viernes, 4 de noviembre de 2011

Isaac Jové: «Soy cartagenero, pero murcianista»

Isaac Jové (Barcelona, 1980) quiere hablar. Casi siempre, el entrevistador busca al entrevistado. En esta ocasión, es al revés. El extremo del Real Murcia quiere aclarar que, en su presentación como jugador del conjunto grana, no renegó de sus orígenes cartageneros. Al contrario, asegura que se malinterpretaron sus palabras -o él no se explicó bien-, ya que lo entonces quiso decir fue que nació en Barcelona «de casualidad», y que se siente «cartagenero por los cuatro costados». De paso, hablamos con el '21' del Murcia sobre el derbi. Y de sus consecuencias.

- Explíquese...

- Yo soy cartagenero, por supuesto. Nací en Barcelona y a los tres años me vine a vivir a Cartagena. Vivo en Cartagena desde entonces y yo nunca dije que no me sentía cartagenero. Dije justo lo contrario: que no me sentía catalán aunque nací allí. Yo soy cartagenero y nunca renegaré de mis orígenes. Allí [en Cartagena] crecí, estudié y me formé. Y allí haré toda mi vida cuando deje de jugar al fútbol. De allí es casi toda mi familia y todas mis amistades son de Cartagena. Eso sí, no soy del Efesé. Mi corazón es del Real Murcia. Soy cartagenero, pero murcianista.

- ¿Por qué eligió jugar en el Real Murcia antes que en el Efesé?
- De pequeño defendí los colores del Cartagena. Entonces, el Cartagena estaba siempre en Segunda B. Y el Murcia, como primer equipo de la Región, siempre jugaba en Segunda o en Primera. Desde niño fui muy ambicioso y, por eso, mi meta siempre fue vestir algún día la camiseta del Real Murcia. Y estoy muy orgulloso de hacerlo. En mi opinión, ser cartagenero es ser murciano y, en su momento, yo tomé una decisión que es respetable y muy personal.

- Es usted uno de los pocos buenos futbolistas que ha dado la cantera cartagenera en la última década. Y, sin embargo, se va a retirar sin jugar en el primer equipo de la ciudad. ¿Por qué?
- Porque tomé una decisión muy personal y muy íntima. Desde niño quise jugar en el Murcia y, cuando salió la oportunidad, la cogí. No pretendo que la gente en Cartagena me entienda, pero sí que me respete. Quiero que me juzguen deportivamente, pero no entiendo los insultos personales ni que me hayan menospreciado de esta forma. Mis colores son los del Real Murcia. También he vestido los de la selección cartagenera y los de la selección murciana. Y me siento muy orgulloso de esas dos cosas.

- ¿Qué paso el domingo pasado en el estadio Cartagonova?
- Pues que me trataron muy mal. Nunca me había pasado. Siempre que iba, me hacían comentarios del tipo: «déjate el Murcia y vente al Efesé». Pero el domingo recibí insultos muy fuertes. Vi a niños de diez años diciéndome disparates muy gordos, junto a sus padres, cuando estaba en la banda calentando. Y yo me sorprendí mucho. Me sentí muy dolido, porque yo soy un ciudadano más de Cartagena, como todos los que me insultaron.

- ¿Es cierto que usted provocó a la afición del Cartagena, cuando se bajaba del autocar del Murcia?
- Para nada. Es falso. Bajé del autobús con los cascos puestos, escuchando música. Vi a la gente del Murcia y grité ¡vamos, vamos!, en plan motivador. La gente tiene mucha maldad y se ha inventado una serie de historias falsas para hacerme más daño. No hice ningún gesto despectivo con Amaya, como van diciendo por Cartagena. Los futbolistas, cuando hablamos delante de las cámaras, nos tapamos la boca para que no se sepa de qué hablamos. Y, a lo mejor, se interpretó como un gesto despectivo a la gente. Pero no lo fue.

- Los aficinados del lateral rambla se enfadaron mucho con usted al acabar el encuentro. ¿Qué sucedió?
- Tenía un sentimiento muy profundo dentro después de todo lo que había sucedido durante el partido, y por todos los insultos que escuché. Era un momento de éxtasis y me fui a celebrar el triunfo con mi afición, la del Murcia. Me tiraron una bufanda y yo me la puse, por supuesto. No tengo nada contra la afición del Cartagena, pero yo lucho por la del Murcia.

- ¿A usted, como a su compañero Paco Sutil, le gustaría ver al Cartagena en Segunda B? ¿Ve normal que un futbolista admita que se ha mofado de otro en un campo?
- Todo el mundo tiene derecho a expresar sus opiniones. Yo, por mis principios como persona y por mi forma de ser, nunca le deseo el mal a nadie. Yo le deseo el bien al Murcia y a su afición. Yo tengo compañeros en el Cartagena con los que me llevo muy bien. Y soy amigo de Javi López. Por eso, al Cartagena no le deseo nada bueno ni nada malo. Simplemente, lo que venga. Pero es verdad que me dolió mucho ver cómo todo el estadio Cartagonova celebraba el descenso del Real Murcia y se reía de nosotros por lo de Gerona. Y aquel 0-4 con el Albacete me dolió mucho. Y mi respuesta el año pasado fue clara. Yo hice el gol del ascenso con el Lugo. Y cuando lo celebramos en la Redonda y todo el mundo saltaba con lo de 'cartagenero el que no bote', yo fui el único que no boté. No faltaré nunca a mis principios.

- A nivel estrictamente futbolístico, ¿qué me dice del derbi?
- Que la primera parte fue la peor que ha hecho el Murcia en esta Liga. El Cartagena fue mucho mejor y nosotros no dimos el nivel, por los nervios, por la excitación del partido o por lo que fuera. En la segunda parte fuimos cotundentes y nos llevamos la victoria.

- ¿Qué hará en el futuro?
- Me queda un año más de contrato con el Murcia y quiero retirarme aquí. Quiero seguir muchos años más aquí. Cuando bajamos a Segunda B, no me marché. Yo quiero cumplir mi sueño de niño: jugar en Primera con el Real Murcia. Me he partido la cara por este club en Segunda B y quiero seguir subiendo.

- ¿Será entrenador?
- No me gusta la profesión del entrenador. La veo demasiado difícil y no me tira lo suficiente. Pero seguiré ligado al deporte.

- Oiga, una última duda. ¿Llegó usted a debutar con el primer equipo del Cartagena en 1998?
- Jugué algunos minutos en algunos partidos, sí. Me subieron del juvenil junto a Leo. El entrenador era Aranguren y entonces el equipo se llamaba Cartagonova. Pero no me trataron nada bien entonces.

- ¿Qué pasó?

- Aquella historia con Manzano [Florentino] salió rana. No se portaron bien conmigo y Quique Pina sí que apostó por mí. Me llevó al Udinese y después regresé al Ciudad de Murcia. En aquellos años no se trató bien a la cantera. Tampoco se portaron bien con Leo, que es íntimo amigo mío. La cantera de Cartagena no se ha cuidado en estos últimos años. Y es una pena.

Fuente: La Verdad

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