En una de las paredes del despacho de Sergio Fernández, director deportivo del Real Murcia, aparece Sergio Escudero con la camiseta del Schalke 04. «Es para que todos los chavales sepan dónde pueden llegar», explica. Hace pocos meses que se instaló en las oficinas del Real Murcia tras un salto del vestuario a los despachos que nadie esperaba. Su único objetivo: que el equipo ascienda.
–Buenos resultados y mal juego, ¿entiende las críticas que está recibiendo el Real Murcia?
–Intento vivir lo más lejos posible de la opinión pública, no porque no la respete, más bien porque no quiero influenciarme. Estoy de acuerdo con el hecho de que las cosas se deben hacer mejor, pero creo que no se está siendo todo lo justo que se debería ser con este equipo. Su trayectoria es perfecta. Estos jugadores no son los responsables de lo que pasó y con algunos se han rozado límites en la crítica que están fuera de lugar. Me gustaría ver un grado más de apoyo porque son ellos los nos tienen que sacar de Segunda B.
–¿Está de acuerdo con los que dicen que Murcia es una plaza muy difícil y demasiado crítica?
– Tenemos que aprender a a convivir con esa exigencia, pero la historia reciente de este club no es para creer que todo ha sido bueno. Dieciocho años en Primera y cincuenta en Segunda, sólo cinco temporadas consecutivas en Primera División y la última vez que el equipo estuvo en Segunda B tardó cinco años en recuperar la categoría. Esta temporada el equipo es primero... algo bueno estarán haciendo.
– Se ha renovado a Chando, ¿cuándo se va a planificar el equipo de la próxima temporada?
– Ya estamos diseñando la plantilla del futuro y vendrá gente nueva, pero no cerraremos nada en firme hasta que no sepamos en qué categoría vamos a jugar. Llegaremos a acuerdos condicionados.
–¿Cuántos de estos jugadores tendrán cabida en un equipo de futuro en Segunda División?
– Por encima de todo soy respetuoso con la labor que están realizando, no es bueno hablar ahora del próximo año, pero que nadie dude que los esfuerzos tendrán su recompensa.
– Ha visto a los posibles rivales del Real Murcia en la eliminatoria de ascenso, ¿hay equipos mejores?
– Quiza la palabra no sea ‘mejores’. Lo que sí hay son plantillas expertas acostumbradas a jugar en Segunda B y que tienen igual grado de responsabilidad que el Real Murcia. Pero si somos capaces de darlo todo podemos ganar a cualquiera. Luego también entran en juego otros factores que no se entrenan como los árbitros, el terreno de juego, el estado de ánimo...
– El Real Murcia no termina de imponerse a los grandes de su grupo, ¿le crea dudas?
– Lo que la plantilla está haciendo tiene mucho mérito. No es fácil mantener la intensidad, la lucha, el trabajo, la concentración y el nivel de resultados con todos los rivales. Estoy es una gran travesía del desierto en la que nada de lo que hacemos tiene valor. Los jugadores también necesitan cariño, afecto y cercanía. A veces se ha sido tremendamente injusto con el equipo.
– Por fin un director deportivo se lleva bien con el entrenador, ¿esa es una de las claves del éxito?
– Tengo claro que uno de los grandes aciertos de este año es poder contar con Iñaki Alonso, un entrenador que nos ayuda a recuperar el prestigio y el lugar que el Real Murcia ha perdido.
– No se fichó en el mercado de invierno, Richi se lesiona, la línea del centro del campo es la más frágil, ¿dígame algo para que no tenga que preocuparme?
– En el mercado de invierno preferimos primar el grupo, preservarlo y mantener la unión antes que dar entrada a nuevos jugadores que nadie sabía cómo se iban a adaptar o cómo iban a encajar. Lo que nadie duda es que si el Real Madrid se refuerza y el Barcelona también, ¿por que nosotros no lo íbamos a hacerlo? Pero a la hora de tomar una decisión valoramos que lo mejor era no tocar nada. Porque dentro de la plantilla hay futbolistas que aunque ahora no están jugando deben de ser importantes. Es el caso de Urzáiz, que puede jugar en el centro del campo y puede hacerlo muy bien.
– Pero si no va ni convocado.
– Es que jugar en un equipo que va líder es muy difícil entrar. Cada partido lo juegan los que están mejor en ese momento, lo que no quiere decir que los demás sean malos.
–El pasado año jugaba de central y este año ha hecho el equipo, ¿en qué ha cambiado su vida?
–Uff, en todo. Tengo aquí tres años de contrato pero yo sé que todos los que nos dedicamos a esto tenemos fecha de caducidad. Antes o después tenemos que salir de los sitios por unas circunstancias u otras. Yo a lo único que aspiro a hacer las cosas bien para que el que venga detrás pueda pensar que aquí se hizo una trabajo profesional.
– Los hermanos Samper, dueños del club, han sido siempre muy distantes y difíciles de convencer, ¿cómo es su relación con ellos?
– Para mi son los que dan el equilibrio en el Real Murcia. Los que trabajamos día a día ponemos más pasión y corazón, pero ellos ven las cosas con distancia y ponen sensatez y objetividad. Nosotros vivimos más cerca, tenemos relaciones persobales que te hacen perder la objetividad.
Fuente: La Verdad
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