El Real Murcia está en horas bajas. Ni juega bien ni suma puntos. El panorama pinta negro para el equipo grana. En plena crisis, la segunda vuelta está siendo mucho peor de lo que se esperaba. El único consuelo es recuperar cuanto antes los buenos números del inicio de la temporada, ya que la plantilla sigue siendo la mejor del Grupo IV.
Si la Liga hubiera comenzado en enero y sólo existiera la segunda vuelta, el todopoderoso Real Murcia estaría situado en el puesto noveno de la tabla. La posición dice muy a las claras que hay algo que no funciona bien. Que el equipo se ha atascado y que los números empiezan a fallarle.
En la segunda vuelta sólo ha sumado diez puntos, los mismos que el Lucena, una mala comparación. Por delante estaría el Sevilla Atlético, que ha sumado 14, San Roque, Roquetas y Puertollano con 13, Cádiz y Écija con 12, y Melilla y Jaén con 11 puntos.
Si el final de año fue sensacional, en siete partidos las diferencias se han reducido a la mínima expresión. El Real Murcia terminó la primera vuelta como el mejor equipo de los cuatro grupos que integran la Segunda B, su portero era el menos goleado y su plaza era por méritos propios la de líder indiscutible.
Esta semana las cosas ya no están tan claras y aunque el Real Murcia sigue siendo el mejor equipo de todo el Grupo IV, la derrota en el campo del Almería B lo ha retrasado a la segunda plaza tras el Sevilla Atlético. La posición puede ser a estas alturas de la competición una mera anécdota si no fuera porque los números generales tampoco le son favorables. De hecho, uno de los jugadores más veteranos de la plantilla y un experto en ascensos lleva toda la temporada recordado que lo importante es el sprint final. Iván Amaya, titular indiscutible y uno de los jugadores más regulares del Real Murcia, asegura que «lo importante es situarse en la primera plaza en las últimas siete jornadas, esas son las definitivas. Ser líder todo el año está bien, pero lo importante llega al final».
Con sólo un punto de diferencia con el Sevilla Atlético, lo normal es que el Real Murcia recupere su buen tono y vuelva a la primera posición.
Para conseguirlo será necesario que jugadores importantes comiencen a aportar más. Chando no ha marcado un solo gol en la segunda vuelta. Tampoco Pedro, que está desaparecido muchas semanas. Incluso el portero Alberto, que hasta el partido de Melilla estaba haciendo una gran temporada, ha bajado su nivel y en los dos últimos encuentros ha estado mucho menos entonado que en el resto de la temporada. Los goles de Kike están sosteniendo a un equipo que sigue fuerte en defensa, pero que tiene problemas en la creación de juego.
Fuente: La Verdad
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