Dicen que no es el partido del año, ni siquiera el resultado provocaría un cambio de líder, no llega tampoco al nivel de expectación de un Barça-Real Madrid, pero como en el clásico de fútbol un resultado abultado sí podría conllevar cierta lectura catastrofista. Xacobeo Blu:sens Obradoiro y CB Murcia, primer y segundo clasificados de la LEB Oro, los dos equipos recién descendido y firmes aspirantes a la primera plaza que da derecho al ascenso directo, se miden mañana (21.00 horas; TV Marca) en el mejor encuentro que se puede ver a día de hoy en la segunda máxima categoría del baloncesto español.
"Pase lo que pase no será nada definitivo, ni a nivel resultado ni de juego. Es un partido de baloncesto en el que te pueden salir las cosas mejor o peor, pero lo que tenemos que valorar son trayectorias", reitera desde hace días el técnico santiagués Moncho Fernández. "No creo que haya que valorarlo como la prueba definitiva de cuál es nuestro estado. Contra rivales de entidad hemos estado muy bien muchas veces y contra otros que a priori a lo mejor tenían menor entidad lo hemos pasado peor. Si le damos una importancia más grande de la que tiene, nos puede condicionar", insiste.
De manera sibilina, dentro un discurso que a priori puede parecer neutro, el entrenador sí va dejando recados a su rival. "Me imagino que para ellos sí es un partido importante, o eso dicen. Es un partido en casa donde no deberían poder fallar, donde ellos quieren alcanzar la primera posición, el que viene es el líder, la presión la tendrán ellos, sin duda", afirma.
Diferentes términos También quiere distinguir Moncho Fernández entre los término plantilla y e-qui-po, parafraseando al gran Pepu Hernández. "Creo que Murcia es una grandísima plantilla, sin duda una de las mejores, pero lo bueno que tiene esto es que peores plantillas pueden ser mejores equipos. Es un club grande con pasado ACB, con estructura ACB y lo demuestran. Lo bueno que tiene el baloncesto y el deporte en general es que las mejores plantillas no son siempre los mejores equipos y eso es a lo que tenemos que aferrarnos", asevera.
El encuentro de mañana se apuntaba desde la pasada semana como el del retorno de Bernard Hopkins una vez superada su rotura de fibras. El jugador de Baltimore ya se ha incorporado al grupo, aunque otro pívot, Levon Kendall, apenas si ha podido entrenarse a causa de una gripe.
Moncho Fernández no escatima elogios para su rival, del que subraya que es un equipo "con entidad y personaldiad propia", un conjunto "con muchísimo talento, con un arsenal y variedad táctica amplísima". Además, destaca el entrenador del Obradoiro el alto porcentaje de tiro de tres puntos del conjunto pimentonero -el mejor de la Liga con un 39,9% por delante del Xacobeo con un 39,6%-. "Están tirando con un porcentaje altísimo en el apartado individual, prácticamente todos sus jugadores de perímetro están por encima del 40% incluso sus pívots. Faverani, Morentin hacen mucho daño porque tienen mucha calidad", analiza. "Luego lo de siempre, los rivales van a intentan cerrarse, tapar el juego interior y eso acaba abriendo las oportunidades para los pistoleros. También son muy buenos reboteadores porque son muy grandes físicamente en todos los puestos", reconoce.
Sin experimentos Y frente a este potencial, ¿qué debe hacer el líder? "Nos interesa ser nosotros mismos. Tanto en el aspecto defensivo, por supuesto, como en el ofensivo. Creo que si somos nosotros mismo tenemos muchas opciones de llevarnos el partido. Para nosotros es un partido más frente al segundo clasificado, sabemos que es un partido muy difícil pero lo afrontamos como lo que es, un partido más y sabiendo que tenemos opciones de ganarlo", dice Moncho Fernández.
El compostelano regresa a Murcia, club con el que debutó en la ACB pero que también acabó cesándolo curiosamente después de la jornada número 11, las mismas que lleva al frente del Obra sin conocer la derrota. El técnico vuelve sin rencor. "Estoy muy contento de volver porque aunque fueron solo tres meses fueron tres meses bastante intensos. Primero porque fue el primer club que me dio la oportunidad de entrenar a la ACB y eso no lo puedo olvidar, el trato de la afición fue increíble desde el primer día pese a las derrotas, y la verdad es que tengo amigos allí. Es bonito volver a ver a la gente" , se sincera el entrenador.
Fuente: El Correo Gallego
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