Lo que en principio iba a ser una temporada nefasta económicamente hablando para el Real Murcia tras el descenso a Segunda División B, donde los ingresos prácticamente no existen, va a ser finalmente una buena campaña para las arcas de la entidad grana, que después de ocho temporadas puede cerrar el ejércicio con superávit. Todo gracias a tres partidas: abonos, traspaso de Sergio Escudero y la visita del Real Madrid con motivo de la eliminatoria copera.
Si el pasado verano el Schalke 04 daba un respiro a las arcas del Real Murcia al desembolsar dos millones de euros por el traspaso de Sergio Escudero, el emparejamiento con el Real Madrid en la Copa del Rey significó la segunda alegría económica para una entidad que tiene una deuda acumulada de 29 millones de euros. Aunque finalmente y debido a los altos precios fijados por Jesús Samper no se logró llenar Nueva Condomina, el partido frente al conjunto de Mourinho permitió ingresar en taquilla alrededor de un millón de euros. A esto hay que sumar la buena respuesta de la afición en la campaña de abonos, en la que el club murcianista expidió 8.676 carnés.
Lo que, a priori, tiene muy complicado ingresar la entidad murcianista es el medio millón de euros al que el Schalke 04 se comprometió a pagar si Sergio Escudero, que todavía no ha debutado ni en la Bundesliga alemana ni en la Champions, cumplía una serie de objetivos en su nuevo club.
Pese a ello, el traspaso del canterano grana, el partido ante el Real Madrid y la campaña de abonados van a permitir al Real Murcia equilibrar los gastos y los ingresos de una temporada 2010-2011 en la que el presupuesto asciende a unos 4,8 millones de euros. En esa cantidad, entre otros aspectos, se incluyen principalmente los dos millones de euros que cuesta la plantilla murcianista y una importante suma para amortizar los finiquitos de los jugadores que el pasado verano abandonaron la entidad grana.
La posibilidad de cerrar el ejercicio económico de la temporada 10-11 con superávit es algo que no se había dado desde la campaña 2003-2004, en la que el paso por Primera División permitió a los granas tener un beneficio de 900.000 euros.
De hecho, la pasada campaña, en la que finalmente se descendió a Segunda División B, el Real Murcia gastó 9,3 millones de euros –5,1 millones en la primera plantilla–, generando un déficit de alrededor de 1,8 millones de euros.
Unas pérdidas que, pese a ser importantes, se sitúan muy lejos del déficit generado por la entidad murcianista en la temporada 08-09, la peor de la historia del club desde el punto de vista económico. Y es que, en dicha campaña, en la que no se logró el objetivo del ascenso a Primera División, el Real Murcia tuvo unas pérdidas de trece millones de euros.
Fuente: La Opinión
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