José González vivirá el domingo el partido frente al Numancia como un aficionado más. Y es que el técnico murcianista, que la pasada jornada fue expulsado por doble amarilla en los instantes finales del encuentro frente al Huesca, no podrá sentarse en el banquillo y deberá dirigir a sus jugadores desde la grada de Nueva Condomina. Aprovechando que el choque se juega en territorio murcianista, González se situará en la tribuna, detrás del banquillo, y desde ahí dará las instrucciones necesarias a su segundo, Alfonso Cortijo, sin necesidad de que haya un móvil de por medio, lo que complicaría mucho más las cosas.
"Seguiré el encuentro detrás del banquillo, porque es más cómodo y jugar en casa te da esa ventaja. Otra cosa sería hacerlo lejos de nuestro estadio, donde tendría que situarme en un palco y estar pendiente del teléfono, lo que sería más complicado", explicaba ayer José González en declaraciones a esta redacción.
Esta no será la primera vez que el entrenador gaditano se encuentre en esta situación, por ello, y después de lo vivido anteriormente, confía plenamente en Cortijo, con el que tiene "un gran 'feeling', algo que nos ayudará a comunicarnos y a tomar decisiones". La experiencia, además, le dice al gaditano que esta situación no es del todo negativa, ya que "en anteriores ocasiones hemos ganado. Parece que Cortijo tiene bastante suerte", bromea el técnico murcianista.
Así los aficionados que acudan el domingo a Nueva Condomina y se sitúen en la zona de tribuna preferente, detrás del banquillo grana, tendrán a un compañero de butaca muy especial. Sobre la cercanía de los abonados, José González bromea al señalar que espera que "las críticas sean todas positivas".
La ventaja, por decirlo de alguna manera, de estar en la grada es que José González tendrá "una perspectiva mucho mejor de todo lo que ocurre sobre el campo. Lo cierto es que se ven mejor las cosas, pero luego los que tienen que jugar y ganar son los jugadores", indicó el entrenador grana, quien considera "injusta" su expulsión durante el partido del pasado domingo frente al Huesca.
"En este caso me duele más de lo habitual mi expulsión y tener que seguir el partido desde la grada, sobre todo porque la decisión del colegiado fue lamentable", comentaba ayer el gaditano, quien, pese al paso de los días y a tener la oportunidad de ver las cosas de forma fría, sigue reiterando que "es una expulsión que no me merezco, una decisión tomada de forma caprichosa por el colegiado".
Fuente: La Opinión
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