El segundo sábado de 2010 fue un día lamentable para el Real Murcia. Un día triste y para olvidar. Lo fue en lo deportivo y en lo institucional. Primero lo fue después de conocer que el consejo de administración celebrado para buscar soluciones al desastre deportivo se despachó con un escueto y sonrojante comunicado que habla de buenas intenciones para un futuro inmediato, pero de ninguna solución ni decisión para ayudar a solucionar el negro presente del Murcia. El comunicado dice: «El consejo de administracin del Real Murcia ha desarrollado una jornada de trabajo en la sala de juntas del estadio Nueva Condomina con el fin de analizar y estudiar cómo adecuar las estructuras del club, con especial énfasis a lo que hace referencia al aspecto deportivo-administrativo y al fútbol base, para un futuro inmediato, todo ello dentro del marco del Plan de Viabilidad presentado. Una vez desarrollada esta jornada de trabajo, en la que cada consejero ha transmitido sus ideas al respecto, se seguirá trabajando en sucesivas reuniones para definir la estructura y funcionamiento más adecuado para nuestro club».
Tras el partido, Jesús Samper hurgó en la herida al limitarse ante los periodistas a felicitar el año nuevo y a destacar de forma categórica: «Lo único que puedo decir es que estoy seguro, y digo seguro, de que el Real Murcia estará la próxima temporada en Segunda División».
Antes, el desastre vino sobre el terreno de juego donde el Real Murcia rozó lo dramático perdiendo por dos goles a cero contra el Elche. Un partido en el que el equipo provocó las ira del público que en determinadas fases del mismo arremetió contra Jesús Samper con gritos de «¡Samper vete ya!», contra el equipo con cánticos como «¡No sois dignos de esa camiseta!»; o contra la realidad deportiva del club en los últimos años gritando aquello de «¡Hasta los h..., estamos hasta los h...!».
Fuente: La Verdad
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