El mismo domingo nadie quería hacer manifestaciones públicas sobre lo ocurrido y lo sobre lo que podía pasar a partir de ahora. Únicamente Moncho Fernández, entrenador, dio un paso al frente para explicar en sala de prensa cómo se sentía, ya que en ese momento tampoco encontraba soluciones. Ayer por la mañana se reunía Alejandro Gómez, director general del club, con su técnico para hablar de lo sucedido y mañana por la mañana volverán a verse las caras: «También voy a reunirme con los jugadores. Tenemos que analizar profundamente el partido tan vergonzoso que hicimos. No se puede hacer peor. Le hemos fallado a mucha gente y sobre todo a los aficionados que acudieron a vernos a Alicante».
Y aunque el próximo jueves hay un nuevo partido de Liga, en el Palacio de los Deportes, contra el Xacobeo Blu:sens, lo ocurrido el domingo no va a quedar como si nada: «Nadie tiene el puesto asegurado en este momento. Hay que tomar medidas, pero ahora tenemos poco margen de maniobra. Hay que valorar todas las posibilidades que tenemos a nuestro alcance. La culpa es de todos y la sensación es de fracaso y desolación en estos instantes».
Va a costar trabajo que se olvide el 113-69 contra el Meridiano, pero hay un factor que juega a favor de la plantilla y es que el jueves hay partido y muy importante: «Hay que estar centrados en el Xacobeo, nos va mucho en el choque». Tras este choque, el domingo vuelve a haber partido de Liga, en Badalona contra el DKV Joventut. Tener tres encuentros en ocho días favorece a los técnicos y a los jugadores, ya que de no haber sido así, esta semana podía pasar de todo. Una victoria contra el conjunto gallego le daría más tiempo a Moncho Fernández y a sus jugadores, pero otro ridículo como el del pasado domingo, le impediría llegar a Badalona.
Tras el choque contra los catalanes todas las medidas deberían estar tomadas ya, pues el siguiente rival, en casa, es el Estudiantes, otro rival directo por la permanencia, en teoría.
Fuente: La Verdad
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