Pero el técnico prefiere desoír proposiciones. Su sueño siempre fue entrenar al Real Murcia, y lo ha visto cumplido esta temporada. En su cabeza no hay otra idea que seguir alimentándolo, crecer al compás del equipo, y llevarlo en el próximo curso al 'play off' de ascenso, siempre y cuando el club le confíe de nuevo la responsabilidad técnica. En la cúpula directiva están profundamente satisfechos de su trabajo. El Consejo de Administración cuenta con él. Pero tampoco ignoran sus diferencias con Julio Algar. No hay sintonía entre director deportivo y entrenador, y las disensiones han sido visibles. Esa es una ecuación que deberá resolver el equipo directivo grana. De momento, los esfuerzos conciliadores no han generado resultados palpables. Entre Adrián y Julio Algar solo hay hielo.
Fuente: Onda Regional
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