miércoles, 17 de junio de 2015

El Murcia cuesta tres millones más

Cada día que pasa el Real Murcia es más caro. No es que el club grana se revalorice con el paso de los meses, más bien lo contrario, ya que su deuda va aumentando a pesar de las aportaciones de capital de su propietario. Aunque Jesús Samper puso a la venta la entidad por 30 millones de euros en septiembre de 2014, su precio se ha elevado ahora casi a los 33 debido a los intereses generados con las entidades públicas que están asfixiando al primer equipo de la Región. A pesar de que el propio club ha pasado del derroche al equilibrio en lo deportivo, no consigue contener la sangría económica generada años atrás.

Para fijar el primer precio de venta del club Samper se basó en la auditoría del 31 de diciembre de 2013. Entonces y, descontando sus aportaciones, el que quisiera el Murcia tenía que hacerse cargo de una deuda de 30 millones. Para establecer el precio actual, basta con recoger los datos de un informe del 30 de junio de 2014 (la última fotografía contable de la entidad) y tener en cuenta la apuesta del madrileño de seguir perdonando lo que sus empresas han aportado al Murcia. La intención de Samper, según confirmó a 'La Verdad' la pasada semana en su visita a Murcia, es inamovible: vender a un precio simbólico sus acciones renunciando a lo que ha puesto.

Ingeniería contable
Cumpliendo todas estas premisas, el precio del Real Murcia en la actualidad es de 32, 9 millones de euros, cantidad que se deduce de restar los 6,8 aportados por las empresas del grupo de Samper a los 39,8 millones de euros que aparecen reflejados en el pasivo de la contabilidad grana contenida en el informe de la auditoría encargada por los rectores de la entidad a la empresa Grant Thornton, a fecha 30 de junio de 2014. Ha subido en casi tres millones respecto al primero demostrando que cada día que pasa el Murcia es más caro y aunque Samper cumple con los gastos corrientes, la deuda contraída con anterioridad evita una posible regeneración.

Si Samper consiguiera vender la entidad y perdonara sus casi siete millones de euros, volvería a renunciar a una cantidad económica importante. En diciembre de 2013 se vio obligado a hacer una reducción de capital, estimada entonces en 6,7 millones. Como máximo accionista perdió cerca de 3 millones de euros dado que sus casi 90% de acciones perdieron parte de su valor, igual que las del resto de accionistas de la entidad grana.

Samper sabe que tendrá que esperar para desprenderse del Real Murcia y dejarlo en manos de alguien solvente y con un proyecto serio, ya que estima que el club grana en Segunda B no es vendible. De hecho, no ha recibido ofertas ni acercamientos de grupos interesados durante estos meses, aunque como equipo de Segunda y a pesar de su deuda, el dueño de la entidad llegó a reunirse con un interesado en un despacho de abogados de Murcia y otros grupos como el representado por el exjugador César Gómez mostraron sus interés de forma indirecta a través del Chuti Molina.

La deuda del Murcia con Samper está motivada por sus aportaciones para absorber pérdidas. Lo hizo el pasado mes de junio y con probabilidad lo tendrá que volver a hacer esta temporada para equilibrar las cuentas y no dejar a la entidad al borde del abismo: «En el ejercicio 2013-2014 la sociedad ha obtenido pérdidas por valor de 3,5 millones que provocan que su patrimonio neto sea negativo al cierre del ejercicio y que se encuentra incursa en uno de los supuestos de disolución establecidos en la Ley de Sociedades. Estas circunstancias, unidas al elevado endeudamiento, del que una parte muy significativa tiene origen concursal y fiscal, son indicativas de una incertidumbre sobre la capacidad de la sociedad para continuar su actividad», reza el Informe de Auditoría de Cuentas Anuales firmado por la empresa Grant Thorton , especializada en asesoramiento fiscal.

El peor enemigo es Hacienda, inflexible con el equipo grana. Solicita el pago de 4,5 millones para acceder a aplazar su deuda. Al no llegar a un acuerdo, ésta seguirá cargando intereses y embargando gran parte de los ingresos del club. «La sociedad habría presentado un resultado de explotación equilibrado en el ejercicio 2013-2014 si no se hubiesen registrado los resultados atípicos generados por las sanciones y recargos impuestos por la Agencia Tributaria», asegura este último informe.

Este mismo documento explica que el próximo cierre de ejercicio, previsto para el 30 de junio de este mes, será mucho mejor. El traspaso de Kike García al Middlesbrough por 2,5 millones de euros tiene la culpa. Esta cantidad no pudo incluirse en el pasado ejercicio al producirse la venta después del 30 de junio de 2014: «Las previsiones de resultados para el ejercicio 2014-2015 y siguientes son muy esperanzadoras tanto por los beneficios ya generados a la fecha de este informe por la venta de un jugador y muy especialmente por el éxito previsible de la demanda de juicio declarativo ordinario en la que se solicita el resarcimiento de los daños y perjuicios por un importe de 25,2 millones, causados por los acuerdos adoptados por la Liga de Fútbol Profesional para descender al club a Segunda B».

En todo caso, Samper y su consejo de administración tendrán después del 30 de junio otros tres meses para formular las cuentas que deberán ser supervisadas por un auditor. Una vez cubiertos todos estos pasos, el club deberá convocar una junta de accionistas antes del 31 de diciembre. La incógnita es si Samper, en función de los resultados que obtenga y su capacidad para absorber las pérdidas, incluye en el orden del día el sometimiento a votación por los accionistas si el club es liquidado o no. El empresario madrileño podría estar obligado a plantear la cuestión como dueño de la entidad.

Fuente: La Verdad

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