jueves, 30 de abril de 2015

El día que Isi se topó con Florentino

Isi, el canterano del Real Murcia que más brilla actualmente a las órdenes de Aira, está digiriendo el éxito con total normalidad. Ha marcado cinco goles con el primer equipo en solo once partidos (seis de titular), pero sigue siendo un chico normal, de los muchos que viven en Cieza, su ciudad natal. No se le ha subido el éxito a la cabeza, a pesar de que a sus 20 años podría ser lo más normal al convertirse en uno de los jugadores más conocidos del primer equipo de la Región. La mesura y la normalidad con la que ha asumido la popularidad tienen mucho que ver con lo que ha sufrido para saborear el éxito.

Los goles no han cambiado su día a día. El jugador de moda en el Real Murcia sigue viviendo en casa de sus padres, Isi y Julia, y junto a sus hermanas Julia y María. Su peña de amigos, encabezada por José Francisco Argudo 'Rojo' y Sergio Camacho, es insustituible. Isi, que sigue sin comprarse un coche como haría cualquier futbolista que empieza a despuntar, le pide prestado el BMW a su padre. «No se le ha subido a la cabeza, es un chico normal de Cieza y sigue teniendo los mismos amigos. Es un chaval cariñoso y humilde», dice José Marín, presidente durante cinco temporadas del Fútbol Base Cieza, equipo en el que Isi se formó como persona y como jugador de fútbol.

Firmó por el Real Murcia el pasado verano, después del descenso administrativo del equipo de Samper. El jugador ciezano y su entorno sabían que la plantilla del primer equipo murciano sería corta y que el Imperial podía ser un trampolín para entrenar a las órdenes de Aira. Su calidad ha hecho todo lo demás. El 4 de enero, en el campo anexo al José Zorilla, en Valladolid, el ciezano debutó con el primer equipo grana jugando 29 minutos. A finales de febrero, en Astorga, Isi firmó su primer gran partido, sirviendo en bandeja un gol a Carlos Álvarez y anotando el segundo que dio la victoria a los granas. Hasta hoy , que es indispensable para el técnico ponferradino, que lo prefiere a él antes que a Rubén Sánchez.

El 'melocotón', como llaman cariñosamente a Isi sus compañeros, sufrió la ingratitud del fútbol desde muy joven. Despuntó en el equipo del Fútbol Base Cieza, un club que se fusionó con el histórico Club Deportivo Cieza. Siendo cadete, le dio tiempo a debutar en Tercera antes de marcharse a la capital de España, a enrolarse en el Real Madrid. Había cumplido su sueño pero la llegada, por segunda vez, de Florentino Pérez al palco del Santiago Bernabéu el 1 de junio de 2009 acabó con el sueño del ciezano. El mandatario madridista apostó por un modelo de club liderado por Valdano y Zidane, alejado de la cantera tradicional del Madrid. Puso en marcha la reforma de Valdebebas, con la que introdujo cambios en la estructura deportiva, cerrándole la puerta a jugadores que acumulaban pocos años de estancia en la casa blanca y que no poseían el glamour suficiente. Isi tuvo que hacer las maletas y, aunque tuvo ofertas de otros clubes, su familia decidió que volviera a Cieza. Tenía 16 años.

Volvió a casa, asesorado por los que más le quieren. Tras un año en el anonimato, a Isi lo llamó el Villarreal, una de las canteras mejor estructuradas del fútbol español. El ciezano firmó un contrato de cuatro años y llegó a despuntar en el Villarreal C en su último año de juvenil. Pero las discrepancias con su entrenador le obligaron a volver otra vez a casa después de tres años en tierras castellonenses, cuando ya estaba muy cerca de la élite. La pasada temporada, recién aterrizado en Murcia, recibió la llamada del club grana. Paco Jiménez, colaborador del Chuti Molina, intentó cazarlo para el Imperial, pero alegó que no era el momento. El pasado mes de agosto, por fin, dijo sí .

El mejor ejemplo, en casa
Isi Alarcón, padre del extremo grana, fue jugador de fútbol y militó en el Abarán, el Torrevieja y el Albatera, entre otros muchos. Además, ascendió con el Cieza a Segunda B en un equipo liderado por Vidaña, en el que también jugaron Manu Núñez y Husillos. Compartió vestuario en el Imperial con Movar, padre de Arturo, en un equipo en el que también estaba José Miguel Campos, actual técnico de La Hoya: «En el fútbol es preferible ser una buena persona antes que un buen futbolista. Quiero que Isi haga muchos amigos, que la gente le recuerde como un buen compañero».

Isi padre cree que su hijo tiene la cabeza muy bien amueblada: «Le digo que debe sacrificarse más, ser más disciplinado para mejorar. Cuanto más consigues, menos te puedes relajar. Es un chaval muy joven y verse en la portada de los periódicos es complicado. Son jugadores jóvenes y lo tienen que asimilar. Pero debe ser humilde, seguir trabajando y ser constante. Sigue viviendo con la familia y teniendo los mismos amigos de toda la vida».

El fútbol ha estado siempre presente en su vida y la normalidad es la nota predominante en casa: «Se sufre al ver a un hijo jugar al fútbol, pero igual que se sufre con cualquier hijo en cualquier aspecto de la vida. También sufro por mi hija que está estudiando en Almería. Isi ha tenido la suerte de estar antes en dos canteras y eso lo ha curtido. Ahora vuelve a tener una oportunidad en el fútbol y él es consciente». Los dos intentos no fructificaron: «Lo de Villareal fue un palo muy gordo, solo tenía 19 años. No me planteo nada a largo plazo, plantear algo a largo plazo en el fútbol es una equivocación», dice su padre.

Fuente: La Verdad

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