jueves, 13 de junio de 2013

El despido de Siviero acaba en los tribunales

El despido de Gustavo Siviero, cuatro meses y medio después de su marcha, terminó por llevar ayer al Real Murcia a los tribunales. El entrenador argentino, que no se presentó al acto, reclama una cantidad cercana a los 60.000 euros (unos 5.500 por vacaciones y 11 días de trabajo y 52.720 por la extinción del contrato) al entender que su despido fue improcedente. Sin embargo, la entidad que preside Jesús Samper también sacó sus cartas encima de la mesa. Una cláusula en el acuerdo firmado entre el entrenador argentino y el club que permitía romper el contrato a coste cero siempre que los números del equipo no fueran de play off, algo que Siviero solo cumplió en las diez primeras jornadas. El juzgado de lo Social número uno de la capital tiene desde ayer toda la información y la documentación necesaria para una reclamación, la del exfutbolista, que a primera vista lleva las de perder porque su firma está perfectamente estampada en el contrato que firmó el 3 de julio de 2012 asumiendo todas las cláusulas, tanto las malas como las que prometían suculentos premios económicos.

En representación de la parte que se defendía, el Real Murcia, actuó el letrado Pablo Martínez Abarca de la Cierva. El abogado encargado de defender al club dejó bien a las claras la posición del Murcia, ya que presentó el contrato entre ambas partes en el que, en su quinto apartado, se exponía la famosa cláusula. La relación de Siviero con la entidad grana podía romperse a coste cero y de forma unilateral, siempre que el argentino no acumulara números de play off. Es decir, cada 10 jornadas, a Siviero se le ´exigían´ 17 puntos. Si los resultados no estaban dentro de la horquilla, lo que ocurrió finalmente el 4 de febrero, se podía romper el contrato de forma unilateral.

Asimismo, la defensa grana argumentó que «se rescindió el contrato por no cumplir los objetivos marcados, por lo que no fue un despido, se trató de una resolución de contrato sujeta y suscrita por las dos partes».

Los argumentos del Murcia parecían sostenerse por sí solos, pero faltaba escuchar a la otra parte, ya con cierta pérdida de credibilidad al no comparecer el principal protagonista, Gustavo Siviero, quien inevitablemente dio la sensación de no importarle mucho el tema al declinar asistir al juicio. Su abogado, llegado desde Vigo, Pablo Luis Rodríguez Estévez, justificó la ausencia del argentino a este diario alegando que «el señor Gustavo Siviero no ha venido porque se trata solo de un debate jurídico, sin ningún tipo de cuestión deportiva que tratar». Sin embargo, la parte acusadora sí que esgrimió muchos argumentos, a pesar de que la mayoría de ellos no se sostenían de manera muy rígida.

El representante legal de Siviero llegó firmemente convencido de que podría hacerle ver a su señoría que la quinta cláusula ya mencionada era «abusiva» por tratarse de algo ilegal como un despido a coste cero. De hecho, su abogado llegó a ofrecer como argumento para tildar este apartado de excesivo expresiones como que «debemos tener en cuenta que se trata de una cláusula abusiva si los objetivos son, por ejemplo, inalcanzables para el equipo».

Otro asunto del que quiso dejar constancia el abogado gallego fue que Siviero «siempre mostró su malestar con esta cuestión y sus agentes se lo transmitieron al club». Además, otro de los puntos a los que se agarran el técnico argentino y su representante legal para tratar de tumbar esta cláusula es que si la ´revisión´ de su contrato se hacía cada 10 jornadas, no existían motivos para haberlo cesado en la 24, «ya que se podía haber hecho en la 20 o en la 30». También es cierto que las matemáticas no fallan y cuando Siviero fue despedido, era casi imposible que alcanzara la cifra de 51 puntos si lo hubieran mantenido hasta la jornada 30. «Encima tenemos que añadir el daño profesional que se le ha hecho a este deportista, ya que el fútbol se trata de un deporte colectivo», defendió Rodríguez repartiendo la responsabilidad también entre los jugadores.

En la vista solo hubo un testigo. Fue el gerente del Murcia, Víctor Alonso, quien se limitó a confirmar que Siviero siempre estuvo al tanto de las negociaciones sobre su contrato sin mostrar ningún rechazo, «por lo que su decisión me ha sorprendido». El gerente del club asegura que Siviero conocía perfectamente todos los detalles de su contrato.

Fuente: La Opinión

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