La lesión de Kike está volviendo locos a los servicios médicos del Real Murcia. El último episodio ha provocado que el todavía médico del Real Murcia se haya visto obligado a poner su cargo a disposición del gerente de la entidad, Víctor Alonso. El desencadenante del cabreo del médico que acompañó al Real Murcia el pasado año en Segunda B y este en Segunda, ha sido la operación a la que se vio sometido el delantero la pasada semana, tras una nueva complicación de su lesión.El traumatólogo, máximo responsable de la primera plantilla, se enteró a través de la prensa de la intervención a la que los doctores Ripoll y De Prado sometieron a Kike el pasado martes, que consistió en la remodelación del callo óseo y el refuerzo de la osteosíntesis. Tras sentirse ninguneado, Juanjo López acudió a las oficinas del club dispuesto a dejar su cargo. De momento, ha sido frenado tanto por los dirigentes como por el propio Iñaki Alonso, que llamó personalmente al joven traumatólogo del Real Murcia.
El cabreo de López viene de lejos puesto que, además de recibir un salario que apenas sobrepasa los 1.000 euros pese a ser el máximo responsable médico de un club de Segunda, ya se sintió despreciado cuando precisamente Kike sufrió la fisura de peroné en Elche en la tercera jornada de Liga. El traumatólogo, ausente por motivos laborales en esas fechas, tuvo que asumir como propia la decisión de no operar a Kike y optar por un tratamiento conservador con escayola, impropio de un jugador profesional. La decisión, tomada en una mutua de la capital, ha provocado que una lesión de dos meses vaya camino de los siete.
Fuente: La Verdad
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