miércoles, 30 de noviembre de 2011

El Murcia prevé un déficit de entre seiscientos mil y setecientos mil euros tras su paso por la ruinosa Segunda B

Jesús Samper, el presidente del Real Murcia, volverá a convocar a lo largo del mes de diciembre la tradicional Junta General de Accionistas para resumir las cuentas del ejercicio anterior y ofrecer los últimos detalles de la planificación económica para el curso que ya está en marcha.

Según ha podido conocer este diario, la entidad grana presentará unos resultados correspondientes al último ejercicio, en la ruinosa categoría de bronce del fútbol español, con unas pérdidas de entre 600.000 y 700.000 euros. Aunque el consejo presentará el ejercicio financiero con un superávit contable, el gasto corriente de la temporada –la competición en Segunda B– arrojará números negativos.

En líneas generales se trata más o menos de lo esperado por los rectores granas, teniendo en cuenta que los resultados podrían haber sido mucho peores de no ser por el traspaso de Sergio Escudero al Schalke alemán (2 millones) o de la buena taquilla que se registró en Nueva Condomina para medirse contra el Real Madrid en la Copa del Rey (alrededor de un millón).

El equipo murciano comenzó el campeonato el pasado curso en Segunda B con un presupuesto que rozaba los cinco millones de euros, con más de dos dedicados a la plantilla entre otras cosas porque la entidad asumió, tras sentarse a negociar, que algunos jugadores importantes en la categoría y que manejaban ofertas de otros clubes continuaran en la entidad cambiando una reducción del salario a cambio de más años de contrato. Y el apartado concreto de ingresos extraordinarios ha conseguido ser un poco el eje de la balanza con la marcha de Escudero y la visita del Madrid.

En cualquier caso, palos con gusto no suelen doler y en este sentido si el Murcia ha gastado algo más de lo que tenía previsto también ha sido por los premios económicos que Samper decidió repartir entre el cuerpo técnico y los jugadores. Según se publicó en su momento, cada componente de la plantilla de la la temporada pasada, recibió 15.000 euros de prima por el ascenso y cada uno de los mismos también percibió 5.000 euros por la buena trayectoria también en la Copa, que se culminó con la eliminatoria ante un Madrid que llenó hasta la bandera Nueva Condomina dejando una recaudación de aproximadamente un millón de euros.

El año en Segunda B se presentaba también en gran medida como un reto para un club con una estructura muy profesionalizadas que debía cumplir el exigente guión de subir en una temporada con una de las plantillas más caras que componían los ochenta equipos que forman la categoría de bronce, asumiendo de antemano que la nueva categoría apenas iba a generar ningún tipo de ingresos, con las dificultades añadidas que suponen para el desarrollo normal de la economía del club. De hecho, el propio Samper tuvo que poner dinero de su patrimonio personal la última temporada para cuadrar uno de los últimos meses de competición y con el fin de que todos los jugadores tuvieran su salario en tiempo y forma, algo que ha sido muy habitual en la última década bajo el mandato del abogado y empresario madrileño.

A estas alturas nadie de la cúpula se ha puesto en contacto con los jugadores para negociar un premio económico en caso de hacer algo grande, pero si el equipo sigue cosechando buenos resultados y mejorando jornada tras jornada no hará falta que nadie desde el vestuario solicite ninguna reunión porque se encargará antes Samper, como siempre, de desvelar el posible premio a sus futbolistas.

Fuente: La Opinión

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