Quien lo iba a decir esto hace unos años, que peñistas de Cartagena y de Murcia se iban a sentar entorno a una mesa para discutir, bromear y llegar a acuerdos como los que se produjeron ayer entre las federaciones de peñas albinegra y grana. Aliñado con un buen caldero, los protagonistas (cinco representantes de cada federación, además del presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, José Miguel Monje Carrillo y exjugadores de los dos bandos –Perico Arango y Paco Sánchez por un lado y Pepe Vidaña por otro–), compartieron almuerzo durante el quese habló del derbi, pero también de las preocupaciones que conciernen a estos colectivos.
Monje Carrillo dijo sentirse muy satisfecho de lo acontecido en el Real Club de Regatas de Cartagena y prometió que para el pardido de vuelta –si nada se tuerce y la Federación tiene dinero– reunir a los representantes de todas las peñas de ambos equipos para una comida en Murcia. El presidente de la Murciana dijo que «la normalidad debe llegar pronto y ésta se producirá cuando un aficionado del Real Murcia pueda pasear por Cartagena el día del patido con su hijo vestido con sus camisetas y bufandas y no ocurra nada, de igual manera que en Murcia con un seguidor del FC Cartagena».
Por su parte, Pencho Angosto, presidente de las peñas de la ciudad portuaria, indicó que «somos rivales, pero nos respetamos. El mensaje es que el derbi no debe trascender del aspecto deportivo».
Miguel Martínez, su homólogo de Murcia, añadía que ha obtenido la garantía desde el club albinegro, de que no se volverán a producir incidentes con los aficionados de la parte alta del fondo norte de hace dos campañas.
Por último, la Federación se comprometió a crear una comisión que defenderá los intereses de los aficionados. Tendrá cobertura jurídica y administrativa, y se busca que los aficionados de estas asociaciones reciban el trato más oportuno en sus desplazamientos.
Fuente: La Opinión
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