El choque, aunque aún no se ha confirmado oficialmente, será declarado de ´alto riesgo´, lo que supondrá que la presencia policial será masiva. Aunque fuentes de la Delegación del Gobierno afirmaron ayer a esta redacción que aún están a la espera de que sea considerado desde el Ministerio del Interior como un encuentro especial, ya se han puesto a trabajar en los dispositivos que se pondrán en marcha para velar por la seguridad y evitar que se produzcan enfrentamientos entre aficionados. La Policía Nacional desplazará un equipo especial de antidisturbios, mientras que la Policía Local de Cartagena también reforzará su presencia. En cualquier caso, será la próxima semana cuando se celebrará una reunión en la Delegación del Gobierno para coordinar todas las fuerzas de seguridad que intervendrán en el choque.
Lo que no ha gustado tanto a los peñistas granas es la ubicación en el estadio. Como ya ocurrió hace dos campañas, los seguidores murcianistas estarán en el fondo norte bajo. En el choque que se disputó en abril de 2010, un grupo de aficionados locales ubicados en la parte superior se dedicó a lanzar objetos, lo que provocó bastante malestar. Por tal motivo, desde la Fepemur también se ha alertado a las fuerzas de seguridad para evitar, en la medida de lo posible, que se repitan los incidentes con el fin de que no se calienten los ánimos.
El derbi, por tanto, ha empezado a jugarse pese a que ambos equipos tienen que disputar antes dos encuentros ligueros. Los murcianistas recibirán mañana en Nueva Condomina al Villarreal B, la misma fecha en la que el Cartagena jugará en el campo del Girona. Después, los de Iñaki Alonso visitarán el miércoles al Recreativo de Huelva en el choque que se aplazó de la primera jornada por la huelga de los futbolistas, mientras que los cartageneristas recibirán el jueves al Deportivo de la Coruña.
Fuente: La Opinión
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