Cristian se prepara para su debut con el Real Murcia. Hay demasiada presión a su alrededor. Llegó fuera de plazo, apareció por sorpresa y desde Argentina, entrena en solitario, el club ha intentando aislarlo, no ha concedido entrevistas, ni fotos... Tanto misterio ha aumentado la ansiedad por ver jugar a un delantero que está llamado a ser el ídolo de la afición grana.-¿Cómo se encuentra después de sus primeras semanas en Murcia?
- Físicamente me siento muy bien. Esta semana, con mis compañeros, espero coger ritmo de pelota y, a partir de ahí, esperaré a la hora de la verdad, que es el momento de saltar al campo.
-¿No cree que hay demasiada expectación ante su debut?
- Hay que ser valiente, no hay que tener miedo. Yo soy un jugador con velocidad que me gusta encarar. Me muevo mucho y si el balón no me llega, retraso mi posición y voy a por él. Vivo y juego pensando en el gol, si no hago goles no me siento bien. Siempre me la juego y me gusta encarar. Pero para jugar así hay que dejarse el miedo a un lado y pensar que si no sale una vez, hay que ir a por la siguiente y así. Si pienso de esta manera tendré más llegadas que pérdidas.
- ¿Se ha acostumbrado ya el ritmo de vida de Murcia?
- Sí, sí, solo tuve problemas con el 'jet-lag'. Hay que entender que yo venía de una ciudad que estaba a cero grados y cada mañana quitaba la nieve de mi tejado. Cuando bajé del avión me encontré con cuarenta grados. Fue un cambio brusco, pero en Argentina también hace calor, así que esto no es importante.
- ¿Nunca había hecho un viaje tan largo?
- No, pero eso no significa nada. Yo vivo solo en Buenos Aires desde los catorce años. Y mi familia no estaba cerca. Mi pueblo está situado a más de mil kilómetros de la capital y solo los veía en las vacaciones de Navidad y en las de invierno (en España equivalen a las de verano), es duro, pero si quieres jugar al fútbol tiene que ser así. Hablar por teléfono con tus padres y nada más. Yo quería llegar alto, lo hacía todo por amor al fútbol y jugar en Primera División es el sueño de cualquier niño. He jugado 60 partidos antes de venir a España.
-¿Cómo es su pueblo?
- Se llama San Rafael Mendoza y está muy cerca de la frontera con Chile. Es un pueblo pequeño. Antes de irme a jugar a Banfield pasaba todo el día en el campo. Mi padre se dedica al cultivo de uva y melocotones. Me levantaba a las siete de la mañana, iba en bicicleta a la finca y volvía a las seis de la tarde. Así tenía dinero para ayudar a mantener a mi familia y para mis gastos.
- ¿Y el colegio?
- Estaba lejos de casa y al final pues... Bueno es que yo estaba más centrado en jugar al fútbol que en estudiar. Pero cuando fui a Banfield tuve que volver a estudiar, el club quería que sus jugadores también estudiaran, volví al colegio y terminé Secundaria. El final fue feliz para mi padre, que quería que fuera futbolista, y para mi madre, que se empeñaba en que fuera al colegio. Logré hacer las dos cosas.
- ¿ Qué es lo que más echa de menos de Argentina?
- Mi casa, mis cinco perros (risas). Sí, la verdad se que los echo mucho de menos.
- ¿Por qué no se los trae?
- Voy a estar diez meses aquí y luego ya veremos si me puedo quedar.
- ¿Duda sobre su posibilidad de quedarse en la Liga española?
- Los sueños siempre están ahí, yo tengo muchos, aún más ganas de empezar a jugar. Pero al final el tiempo dirá si soy goleador, dónde debo ir y dónde puedo quedarme.
- A la que sí se ha traído a Murcia es a su novia.
- Sí, claro, sin ella no es lo mismo. Llevamos cinco años de novios, es de mi pueblo, la conozco de toda la vida y ya vivía conmigo en Buenos Aires, así que en cuanto ha podido ha venido a Murcia. Se llama Andrea Carolina y estaba conmigo antes de que yo debutara en Primera División con 19 años. Ella está más allá del fútbol. Siempre dicen que hay mujeres que que van con futbolistas para aprovecharse de su situación, pero ese no es mi caso. Yo la conozco desde que no tenía nada y no era nadie.
-Parece que el éxito no se le va a subir a la cabeza.
- ¿A mí? Qué va. Yo siempre tuve claro que no por tener más dinero voy a cambiar. Hay que tratar de ser siempre igual persona y ser siempre humilde. Jugar en Primera, salir en la tele o ganar más dinero no te pueden hacer perder la cabeza.
-Dígame por qué vino a Murcia
- En Banfield cumplía contrato y creo que no me pagaban lo que me correspondía. Surgieron otras posibilidades como el Real Murcia y el Hércules.
-¿Tuvo que mirar en internet dónde estaban?
- Si claro, consulté y me informé, aunque yo ya sabía que esos equipos existían porque para mi la liga española es la mejor del mundo y lo normal es que un futbolista quiera jugar en las grandes ligas, si es la española, mejor.
- ¿Qué le hizo decidirse por la opción murciana?
- Hablé varias veces con el míster, me explicó su proyecto y el grupo con el que trabajaba y aquí estoy.
Fuente: La Verdad
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