lunes, 26 de septiembre de 2011

Adiós en la fila 8, butaca 14

El Real Murcia tenía ayer una cuenta pendiente con Mari Carmen. Una peñista perteneciente a la peña Los Coloraos que falleció la pasada semana tras siete años de lucha contra una larga enfermedad. Su amor por los colores del Real Murcia y su fidelidad, a pesar de los inconvenientes ocasionados por su enfermedad, fueron reconocidos por el Real Murcia con un homenaje que llevó a cabo Juan Guillamón, consejero del Murcia, y un fondo sur que no dudó en levantarse para aplaudir cuando la megafonía del estadio anunció el acto.

Y es que Mari Carmen fue de las entusiastas que el año pasado no abandonó a su Real Murcia en Segunda B y que viajó con su bufanda y con su camiseta grana por campos como el del Poli Ejido o el Roquetas, entre otros. El asiento número 14 de la fila 8 del fondo sur estará vacío a partir de ahora aunque el espíritu de Mari Carmen y su murcianismo permanecerá en su peña y en la afición grana: «Pese a todo lo que estaba pasando nunca tuvo ninguna mala cara con nosotros. Era una gran murcianista y se merecía este homenaje», comenta Pepe Almansa, cabeza visible de la peña Los Coloraos.

El acto oficial tuvo lugar cinco minutos antes del comienzo del encuentro cuando Juan Guillamón, en representación del Real Murcia, depositó un ramo de flores en el asiento que ocupaba la joven de 32 años. Después llegó una ovación de más de un minuto que se contagió a todas las gradas de la Nueva Condomina. Pero el homenaje no acabó ahí ya que la historia de Mari Carmen Almansa no había pasado desapercibido entre los pesos pesados del vestuario del Real Murcia.

Y es que corría el minuto 38 de la primera parte cuando Óscar Sánchez amortiguaba un balón en el área del Numancia y aprovecahaba para anotar el 2-1. El jugador murciano rápidamente acudía a la zona donde se sentaba Mari Carmen alzando los brazos hacia el cielo: «Le he dedicado el gol a ella y a mi padre. No la conocía personalmente pero es una historia que nos ha conmovido en el vestuario. Tiene mucho mérito lo que ella hizo a pesar de lo que estaba pasando», asegura lateral zurdo, capitán grana ayer tras la sustitución de Richi.

Además los jugadores del Real Murcia portaron brazaletes negros tanto por Mari Carmen como por el padre de Joaquín Olmos, delegado grana. En el fondo sur y al lado del asiento que ocupaba la peñista, se encontraban sus padres, suegros y cuñados, invitados por el Real Murcia: «Me parece muy bonito y entrañable este homenaje. Su último partido fue el Real Murcia-Celta de hace tres semanas. Era una grandísima murcianista», asegura Pascual, que junto a su mujer Mara formaron parte del grupo de amigos y familiares que compartieron murcianismo. En los próximos días los jugadores del Real Murcia harán llegar a los familiares una camiseta especialmente dedicada por la plantilla para cumplir así con el último sueño de la peñista más fiel.

Fuente: La Verdad

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