La noche del domingo al lunes fue larga para Iñaki Alonso. El entrenador del Real Murcia se durmió pasada la una de la madrugada pero a las cinco ya estaba despierto, repasando el partido que ha colocado a su equipo con un pie en Segunda División.
Es habitual que el técnico no descanse mucho las noches posteriores a los partidos. Pero en esta ocasión el motivo y la tensión eran mayores de lo habitual. El objetivo del ascenso a Segunda está más cerca que nunca.
Jesús Samper, el propietario del Real Murcia, pasó la noche en Murcia. Por la mañana se desplazó a Madrid y el domingo estará en Lugo para presenciar en directo el que espera sea su cuarto ascenso como responsable del Real Murcia.
Ninguno de los dos coincidió el domingo en el campo. Las relaciones con los técnicos y futbolistas las lleva Juan Antonio Samper, pero sienten y explican el mismo mensaje de prudencia. Así se lo dicta la experiencia de ambos. La de Iñaki Alonso, curtida en mil campos de Segunda B y Tercera. La de Samper, desde la mullida moqueta de los despachos, pero marcada por el drama del descenso del pasado año en Gerona.
El entrenador se vio ayer las caras con su plantilla antes de la jornada de descanso. En su ánimo hay, por ahora, un único objetivo: «Que nadie se confíe».
Samper ya está incorporado a sus tareas en el Real Madrid. No tiene que mentalizar a nadie, pero ve muy claro que al futuro aún le quedan noventa minutos: «Creo que tras el partido de la Nueva Condomina el Real Murcia lleva una renta importante, pero no definitiva. Esperamos que todo quede resuelto en Lugo, pero que nadie dude de que estamos preparados para todo y que pensamos seguir pasando eliminatorias si es que fuera necesario», explicó ayer el dueño de la entidad grana.
Alonso y Samper se juegan mucho. Demasiado. Uno, sacar adelante el Real Murcia en una etapa económica marcada por el concurso de acreedores, el otro su prestigio profesional y su futuro como entrenador.
El acuerdo para la renovación del entrenador, si es que lo hay, no llegará antes de que el Real Murcia logre los objetivos y termine la eliminatoria. «Mi voluntad es que Iñaki Alonso siga siendo el entrenador del Real Murcia, ese ha sido mi interés siempre», asegura el presidente grana, quien añade que «sinceramente, creo que el Real Murcia está haciendo una temporada muy brillante».
Iñaki Alonso, que en estos días no habla de estos temas para estar centrado únicamente en la eliminatoria, también ha señalado en multitud de ocasiones que su prioridad es quedarse en Murcia. Su contrato vence el 30 de junio, no tiene cláusula de renovación automática si asciende, pero el acuerdo parece fácil según la voluntad de las dos partes. El tercero en discordia que las puede separar serán únicamente las cantidades económicas que barajan. Alonso, con un modesto contrato en Segunda B, intentará mejorar a la espera de que Samper determine hasta dónde está dispuesto a llegar.
Las renovaciones de técnicos y jugadores no se abordarán hasta que finalice la temporada. La filosofía será la misma que esta campaña. Apostar por jugadores de la cantera y reforzar el equipo con otros de experiencia. «No esperamos una revolución para la próxima temporada», explica Samper, aunque añade que «solo en principio, porque luego habrá que escuchar a los técnicos».
Antes de afrontar la planificación deportiva el Real Murcia tendrá que finiquitar el ascenso por la vía rápida. Lugo es el único objetivo. Pero Iñaki Alonso avisa: «Aquí no hay nada hecho», reitera, y añade que: «En el vestuario hemos hablado de la experiencia de Iván Amaya y Cámara el pasado año en el Granada. Ganaron en casa 2-0, como nosotros, y fueron a Alcorcón. Allí el partido se puso 2-1 y los dos cuentan que en sus largas carreras profesionales no recuerdan haberlo pasado peor en el campo. Sufrieron como perros y cualquier descuido les pudo complicar el ascenso».
La experiencia del Granada de Quique Pina también le vale al Real Murcia, que pisará el campo del Lugo decidido a marcar un gol. Que nadie piense en un equipo cerrado, en su campo, reservón o poco ambicioso. Alonso lo tiene muy claro. «Hay que ir allí a marcar un gol. Si marcamos la eliminatoria está prácticamente resuelta. Si nos encerramos podemos sufrir mucho y se puede dar lo peor. Para pasar la eliminatoria hay que marcar un gol», mantiene.
Y el gol llegará posiblemente sin la alineación de Miguel Álbiol, que hoy se someterá a una resonancia y lo normal es que ponga fin a la temporada pasando por el quirófano.
El que no tendrá problemas para jugar es Aguilera, que ayer entrenó con normalidad. Chando, por su parte, se limitó a hacer un trabajo de gimnasio y bicicleta a causa de un fuerte golpe que no tendrá más consecuencias que tenerlo dos días de descanso, a la espera de que mañana miércoles el equipo retome los entrenamientos en una doble sesión.
Por ahora estos jugadores y el resto del equipo han hecho buena la opción de los hermanos Samper de no reforzar la plantilla en el mercado de invierno. El Real Murcia sigue siendo el mejor de Segunda B y Samper asegura satisfecho que «yo siempre he confiado mucho en este equipo y, por ahora, el fútbol me está dando la razón. La plantilla era la idónea y aunque la experiencia nos dice que aún no está hecho el trabajo hay que reconocer que el Real Murcia tiene mucha más categoría que esta Segunda B».
Fuente: La Verdad
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