El Real Murcia aún no ha decidido si sus abonados tendrán que pasar o no por taquilla en la fase de ascenso a la Segunda División B, que el equipo grana tiene ya prácticamente en el bolsillo. El carné para la presente campaña no incluye partidos de una hipotética promoción de ascenso al término de la Liga, por lo que los rectores murcianistas tendrán que definir en las próximas semanas las medidas a adoptar en este sentido.
El gerente de la entidad, Víctor Alonso, comentó ayer a este diario que se trata de un tema que actualmente están «estudiando» y sobre el que se están barajando «varias opciones», desde la entrada gratuita para los abonados –poco probable– hasta la de establecer «precios simbólicos o alguna promoción especial» en el partido o partidos en los que los granas se jueguen el regreso al fútbol profesional.
A seis jornadas para el final del campeonato liguero en el Grupo IV de Segunda B, el Murcia figura como líder con 69 puntos, 15 más que el Melilla, quinto clasificado, y mantiene la diferencia de goles a su favor con todos los aspirantes, por lo que un triunfo el domingo en casa frente al Écija certificará su clasificación para la fase de ascenso.
Los de Iñaki Alonso también tienen muchas posibilidades de acabar el torneo como campeones, pues aventajan al Sevilla Atlético en tres puntos más la diferencia de goles particular. En el caso de cantar el alirón, los granas se enfrentarían con el primer clasificado de uno de los otros tres grupos en una eliminatoria en la que ascendería directamente el ganador. Si perdiera, debería acudir a la repesca y superar dos rondas para conseguir el objetivo. Así, en el mejor de los casos, los granas sólo deberían disputar un partido en casa en la fase de ascenso y, en el peor, tres, siempre y cuando llegaran hasta la última eliminatoria.
Los responsables de la entidad que preside Jesús Samper valoran los pros y las contras de cobrar entrada a los 8.818 abonados de la sociedad, pues por un lado necesitan el mayor número posible de afición en las gradas en tan vitales partidos –no ascender a Segunda dejaría al Murcia económicamente muy tocado, ya que debe empezar a hacer frente a los pagos acordados en el convenio anticipado del concurso de acreedores–, aunque por otro no le vendrían mal a sus arcas la inyección económica que supondría la recaudación de un encuentros de este calibre, a pesar de que las entradas para la masa social no fueran caras.
El Murcia maneja un presupuesto de alrededor de cinco millones de euros para la temporada en curso, y, aunque ha cubierto más de la mitad gracias al traspaso de Sergio Escudero al Schalke 04 alemán –dos millones de euros fijos más medio por incentivos– y la participación en la Copa del Rey –recaudó cerca de un millón tras enfrentarse al Real Madrid–, lo cierto es que va a resultar complicado que logre equilibrar los ingresos y los gastos. El capítulo de abonados descendió considerablemente tras el descenso y las taquillas en la competición liguera han sido mínimas. Además, al igual que ocurrió en el pasado ejercicio, los granas incluyeron entre sus ingresos los cerca de quinientos mil euros que venían percibiendo del Ayuntamiento y que, según las cuentas del club, han generado un desfase de alrededor de un millón de euros en estas dos temporadas después de que la concejalía de Deportes le haya 'cortado el grifo' a la entidad .
De hecho, y a pesar de tratarse de una campaña con ingresos excepcionalmente elevados que difícilmente podrán repetirse en Segunda B, en el caso de lograr el ascenso, el Murcia arrojará déficit, debido a los premios extras que por este concepto se recogen en muchos de los contratos de los futbolistas y a la prima conjunta que Samper parece dispuesto a otorgar a la plantilla grana, de las mejores remuneradas de los ochenta equipos de la Segunda División B e incluso algunas de Segunda.
Fuente: La Opinión
No hay comentarios:
Publicar un comentario