Los lazos entre el CB Murcia y el Obradoiro van más allá de la batalla legal felizmente resuelta después de 20 años de espera. Además de compañeros de descenso y rivales para conquistar el primer puesto de la LEB Oro, ese que da derecho al salto directo a la ACB, el intercambio de entrenadores en apenas una temporada ofrece el curioso dato de que si bien Moncho Fernández y Gonzalo Rodríguez Palmeiro dirigieron los destinos del equipo pimentonero hace un año -el primero hasta ser cesado en diciembre- también Chus Lázaro, segundo de Curro Segura en la elite, es ahora el escudero de Luis Guil en el banquillo murciano. Los compostelanos ya regresaron a su antiguo destino con motivo del encuentro liguero del día 3 de diciembre, y el domingo (19.00 horas; Marca TV), le toca el turno al cordobés.
Pero apenas si habrá tiempo para los reencuentros. La Copa Príncipe se afronta desde Murcia "como una fiesta del baloncesto LEB y como tal queremos disfrutarla" aunque "evidentemente nuestro objetivo es el ascenso".
Sin embargo, la recompensa del segundo puesto para el vencedor, con el factor cancha a favor garantizado para los play-offs, no se olvida desde el banquillo visitante. "Creo que hay tenerlo todo bastante controlado. Esto es deporte y hay muchísimas cosas que se te escapan y están fuera de control. Uno no sabe nunca si al final vas a tener la necesidad de echar mano de ese factor cancha. Si se te lesionan dos jugadores o el equipo no está tan bien rodado al final de temporada como ahora, no es lo mismo jugarte el ascenso lejos de casa y por eso es un premio lo suficientemente atractivo como para tomárselo en serio", reflexiona Lázaro.
Quien quiera utilizar como referencia para el duelo del domingo el encuentro liguero, que se saldó con una cómoda victoria para el Blu:sens Monbus por 9 puntos (65-74), está equivocado. "Entonces no estábamos preparados para ganar al Obradoiro y lo aceptamos con naturalidad. Habíamos tenido muchísimos problemas durante la primera fase de la Liga con jugadores clave", recuerda el entrenador. "Perdimos y el equipo sobre todo en la segunda parte no dio muestras de saber jugar los últimos minutos, pero también tenemos muy claro cuál es la trayectoria actual del equipo. Ahora somos otros, completamente diferentes, con una solidez bárbara y un saber estar sobre todo en los finales de partido muy importante", avisa.
Cambio de papeles Las dudas parecen haberse trasladado ahora al Obradoiro después de las tres derrotas encajadas en los últimos siete encuentros. "Eso parece, pero es normal. Siempre durante la temporada uno tiene altibajos y era previsible", considera Chus Lázaro.
Con ocho triunfos consecutivos y un racha como visitantes de once victorias, el parón liguero podría incluso ser contraproducente para el Murcia. "El partido nos permitirá mantener el ritmo de competición y, aunque queramos quitar trascendencia a la Copa, es una competición oficial y queremos ganar. Queremos jugar un partido de máxima tensión para ver cómo estamos ahora mismo quedando aún dos meses y medio de la temporada para esos momentos clave", analiza el andaluz.
Fuente: Correo Gallego
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