Que el centrocampista Juan Aguilera es ahora mismo una pieza clave en el Real Murcia lo saben los aficionados, sus compañeros y todo el cuerpo técnico. Por este motivo, y después de que el madrileño fuera castigado con un partido de sanción por ver la quinta tarjeta amarilla ante el Lucena, los dirigentes del club se apresuraron a presentar alegaciones ante Competición para tratar de que el madrileño pueda jugar el derbi del domingo ante el Lorca en el Artés Carrasco.
La jugada no le ha salido, por ahora, bien al Murcia. El Juez Único dictaminó ayer que no hay motivos para modificar la sanción, desestimó la prueba videográfica y desde las oficinas de Nueva Condomina se preparó todo de inmediato para seguir protestando ante el siguiente estamento, el Comité de Apelación.
Iñaki Alonso, el entrenador del Murcia, sabe de sobra que con Aguilera sobre el césped a su equipo le cambia la cara. Su polivalencia y su buen trabajo tanto en el robo de balón como en la salida del mismo con una buena dosis de criterio desde el centro del campo hacen que sea una pieza imprescindible para el técnico de Durango. Vamos, que ahora mismo toca agarrarse a un clavo ardiendo.
El futbolista, que el pasado verano estuvo muy cerca de salir del Murcia tras ser declarado transferible tanto por el actual entrenador como por Sergio Fernández, el director deportivo de la entidad, ha conseguido hacerse un hueco en un equipo en el que, teóricamente, habían llegado jugadores de mayor nivel para ocupar su puesto. Ahora lo importante son los puntos y nadie del cuerpo técnico murcianista quiere visitar el Artés Carrasco de Lorca sin poder contar con el madrileño.
Fuente: La Opinión
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