La plantilla del Real Murcia ha hecho examen de conciencia y propósito de enmienda. Las cuatro expulsiones, dos por partido en las dos últimas jornadas, que han sufrido es un costo demasiado elevado porque deja al equipo durante el partido con nueve jugadores y arrastra sanciones para la jornada siguiente.
El defensa murciano Óscar Sánchez fue uno de los expulsados la pasada jornada en Cádiz y por lo tanto no puede jugar el sábado contra el Real Jaén en Nueva Condomina. A modo de portavoz de la plantilla explica como se está viviendo desde dentro esta racha tan negativa.
«El de las expulsiones es un problema que hay que solucionar cuanto antes. Además sabemos que en casi todas la culpa ha sido nuestra. Tenemos que andar con cuidado, evitar provocaciones y mantener la compostura ante los arbitrajes malos pensando que también ellos son humanos y se pueden equivocar. Debemos poner todo de nuestra parte y ser más fríos».
«El entrenador es lógico que esté preocupado, pero seguro que no va a volver a pasar», apostilla.
En el Real Murcia, según Óscar Sánchez, «el importe de las tarjetas que nos caen por jugadas que no son acciones claros de juego, tales como perder tiempo, protestar o agresiones, las pagamos los futbolistas y es lógico que así sea».
En Segunda B, categoría que tiene la condición de semi-amateur, estas multas, que cobra la Federación Española a través de las tarjetas, tienen la tarifa de 30 euros para las amarillas y 45 euros las rojas.
Este lateral zurdo ha estado las últimas temporadas alternando entre la Primera y la Segunda División. ¿Hay mucha diferencia con los arbitrajes que está observando en Segunda B?.
«Dejando de lado el tema de las expulsiones en las que insisto que nosotros hemos tenido mucho que ver, lo que sí se aprecia es que en Segunda B los árbitros son menos dialogantes que en las categorías superiores en las que suele haber más comunicación entre ellos y el futbolista. Hay también un dato fundamental, el que las decisiones que toman tanto en Primera como en Segunda División tienen una enorme repercusión nacional, algo que no ocurre en la B».
Tampoco hay que demonizar los arbitrajes... «Espero que sólo sea una mala racha. Después del partido que jugamos contra el Sevilla Atlético yo entré en la caseta para felicitar al árbitro porque había hecho un partido fantástico. Por lo tanto, hay buenos y malos arbitrajes».
Fuente: La Verdad
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