
Castillo es un hombre de fútbol muy conocido, sobre todo en los círculos de Segunda B por su amplio conocimiento tanto del grupo de los equipos andaluces, como el de los de la zona de Levante. Su gran momento de gloria le tocó vivirlo hace ya algunas temporadas cuando, bajo su dirección, se logró el ascenso a Segunda División con el Poli Ejido. Sus aciertos le sirvieron para que un año después la familia Rivero lo contratara para llevar las riendas deportivas del Rayo Vallecano en los despachos. En el club vallecano guardan un buen recuerdo de Castillo, aunque finalmente terminó regresando al Poli Ejido para continuar con el proyecto que había iniciado anteriormente.
Además, si se ahonda un poco más en los últimos meses, resulta que Antonio Castillo no es ni mucho menos un desconocido en el Real Murcia, ya que se le ha visto en muchas ocasiones siguiendo al filial murcianista, por lo que además sabe de sobra lo que hay en el equipo ´pequeño´ del Murcia y que pueda ser útil para la aventura de tratar de recuperar la categoría de plata en una temporada. Pero Samper se ha encargado de manifestar sin dudarlo que se hará un proyecto para tratar de ascender en una campaña, por lo que necesitará a la fuerza una persona que conozca bien la categoría y que pueda aportar su granito de arena para la difícil misión que se plantea en la entidad grana para el próximo curso.
Además, las referencias que les han llegado a los hermanos Samper, a Jesús y a Juan Antonio, no han llegado a través de ningún intermediario, ya que los propios hermanos han podido conocer más cosas de cerca sobre su trabajo ya que tienen amigos en común de la etapa de Castillo como director deportivo del Rayo Vallecano.
El cambio más esperado en el Murcia después del descenso será el del director deportivo, toda vez que José Antonio García Franco, la persona que lleva ya varias temporadas haciendo frente a la parcela deportiva con notables fracasos que han llevado al club a una situación lamentable, parece ser que tiene las horas contadas. Este año se le dio la oportunidad (a Franco a su equipo de colaboradores) de tener mucha más autonomía y confianza para hacer el equipo que inició la temporada en agosto con el objetivo del ascenso a Primera División. Las ´gestiones´ de Franco sirvieron para completar una plantilla a la que algunos jugadores han calificado de muy escasa de calidad y con poca implicación y en la que no ha existido un jugador capaz de marcar las diferencias, ni tan siquiera cuando el equipo pareció remontar el vuelo y llegó a salir de los puestos de descenso a falta de diez jornadas para el final.
Fuente: La Opinión
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