miércoles, 19 de mayo de 2010

La permanencia pasa por ganar tres de los cinco partidos que quedan

Las cuentas están hechas y son tan claras que asustan. Si el Real Murcia quiere jugar la próxima temporada en Segunda División tiene que ganar tres de los cinco partidos que quedan hasta el final de la competición. No hay más. O suma nueve puntos o el año próximo todo un club centenario tendrá que pasearse por Segunda B, siempre que su situación económica se lo permita.

Para que las matemáticas cuadren y la calculadora no falle, la primera suma hay que hacerla en Cádiz. El partido del próximo domingo, en el Ramón de Carranza, es vital. Sumar o morir. No hay otra posibilidad. El tiempo se ha agotado, la renta se ha consumido y el margen de error se ha esfumado.

Difícil va a ser la papeleta ya que el Cádiz también vive en el borde del descenso. Al Real Murcia sólo le vale puntuar. Si cae derrotado ya puede ir mentalizándose para jugar en Segunda B, porque evitar esta categoría pasaría por ganar los cuatro partidos que le quedarían (aunque todo depende de lo que hagan sus rivales) una gesta prácticamente imposible si se tiene en cuenta la trayectoria del equipo esta temporada.

Si el Real Murcia gana sigue con vida. Sumaría tres puntos, podría salir del descenso y le quedarían cuatro partidos para conseguir dos victorias. La agonía continuaría, pero las posibilidades de permanencia seguirían intactas.

En el Real Murcia creen que esta temporada la permanencia va a estar en 49 puntos. En las últimas jornadas el resto de rivales que están luchando por el mismo objetivo tienen enfrentamientos directos, lo que beneficia al Murcia.

Un empate en el Ramón de Carranza le deja un hilo de oxígeno, aunque quizá demasiado escaso. Sumar sólo un punto los obligaría a ganar tres partidos de cuatro, salvo que el resto de rivales se hundan y se necesiten menos puntos.

Fuente: La Verdad

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