La indemnización al G-30 eleva la deuda a 35 millones de euros

Después de seis años de 'batallas' entre Jesús Samper y el G-30 en el que los granas fueron acusados de incumplimiento de contrato por parte de los clubes que conformaban este grupo, al final resulta que el dueño del Murcia no ha podido salir victorioso en este pulso después de que la Audiencia Provincial de Madrid ratificara la condena que obliga al club del Segura a indemnizar a las entidades que en su día firmaron el acuerdo por los derechos televisivos con cinco millones de euros.

El resultado está claro, ya que lo que el G-30 reclamaba al dueño del Murcia era cinco millones de euros, cantidad que ahora pasa directamente al despacho de la jueza María Dolores de Las Heras, titular del juzgado número 2 de lo Mercantil y quien está diligenciando el concurso de acreedores en el que está inmerso el club desde hace un poco más de un año. Esta cifra ya estaba contemplada dentro del concurso como pasivo contingente, es decir, como posible deuda, aunque ya ha pasado a formar parte del pasivo ordinario de la entidad.

Ahora será la jueza la que decida cómo se llevará a cabo el pago y el reparto de la misma, ya que hay clubes de aquella época como el Ciudad de Murcia, que ya no tienen personalidad jurídica, y como el filial del Málaga, que ya no milita en el fútbol profesional. En principio se decidió que los 30 millones comiencen a pagarse a los acreedores a partir del próximo mes de junio, ya que en el plazo de cinco años que presentó el Murcia para ir resolviendo la suspensión de pagos (devolviendo el primero el 10% de la misma y el último el 30%) tendrá ahora que incluirse los cinco millones nuevos que asumirá la entidad como deuda.

El primero en golpear fue el grupo liderado por Javier Tebas, vicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), quien consiguió en diciembre de 2005 que el juzgado de primera instancia número 26 de Madrid ordenara el embargo de bienes al Murcia por valor de 6,5 millones de euros para cobrar la deuda. Otra de las medidas que utilizó el G-30 para tratar de cobrar consistió en denegar la tramitación de las fichas de los nuevos jugadores granas, algo que logró en el mercado de invierno de la campaña 2004-2005.

En julio de 2006 el Tribunal Superior de Justicia de la capital de España anuló el laudo que condenaba a los granas a pagar los famosos cinco millones. Aunque la sentencia no era firme, supuso un primer 'triunfo' para Samper, lo que también permitió al club tramitar las fichas de los futbolistas.

Sin embargo, y aunque parecía que la justicia iba a estar de parte de la familia Samper, finalmente el Murcia tendrá que asumir en su deuda los cinco millones de euros que le reclamó en su día el grupo de clubes por desmarcarse de la negociación conjunta de los derechos televisivos. Ahora la deuda ya va por 35 millones.

Fuente: La Opinión