Juan Antonio Samper, que también se desplazó a Irún, entró al vestuario tras acabar el partido: «En estos casos hay que intentar animar a los jugadores dentro de la decepción que tenemos todos por el resultado. En el vestuario había un gran silencio y jugadores mirando para abajo. Es un día decepcionante para todos y hoy toca tener la cara seria de la decepción. Somos todos hombres y hay que sacar esto para adelante y salvar al Real Murcia». Mario Rosas tuvo minutos en la segunda parte aunque no consiguió reanimar al equipo grana: «Yo no quiero pensar ni un minuto más en el partido que acabamos de perder. Nos tenemos que centrar todos en el partido que tenemos el próximo domingo en Nueva Condomina ante el Castellón. Lo que nos quedan ahora son ocho finales que tenemos que ir a ganarlas todas para salir de ahí abajo cuanto antes».
Fuente: La Verdad
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