La temporada está siendo para el murciano, nacido en el barrio del Infante Juan Manuel, muy dura. Es uno de los futbolistas que está más afectado por la mala clasificación y hace un ejercicio de humildad. Asegura que «los futbolistas tenemos que aceptar nuestro mayor grado de culpa, pero además, como yo estoy jugando, me siento más culpable aún. Esto es el Real Murcia, es un club centenario, con mucha tradición en la ciudad, nosotros no podemos ser los culpables de que el club no se quede en Segunda».
Óscar Sánchez ya no volverá a lanzar los penaltis del Real Murcia, al menos durante una temporada. En los entrenamientos siempre ha sido muy seguro y su margen de error era muy pequeño. Pero el pasado sábado, contra el Villarreal, asumió toda la responsabilidad y falló por dos veces. «Estaba hablado con anterioridad. Si nos pitaban un penalti a favor lo tiraría yo. En el primer lanzamiento el portero me aguantó bien y en el segundo ya me tenía ganada la moral y me acertó el sitio. Son cosas que pasan, para mí ha sido duro, pero sobre todo lo siento por el equipo, porque no levantamos cabeza».
A pesar de la mala situación, y de las numerosas derrotas, el lateral del Real Murcia mantiene siempre una actitud muy positiva y confiada de cara al futuro. Explica que al final de la temporada habrá más de cuatro equipos peores que el Real Murcia, pero también admite que el calvario va ser muy difícil: «Vamos a salir de los puestos de descenso, pero el camino va a ser muy largo. No podemos pensar que en enero vamos a estar fuera. Tenemos que mentalizarnos que esta situación va a ser así hasta el final de la temporada».
Reconoce que el domingo, contra el Cádiz, vuelve a ser un partido determinante para la permanencia, pero añade que a estas alturas y tal y como está transcurriendo el inicio de temporada, «los rivales ya dan igual, cada partido se ha convertido en una final. Si no ganamos al Cádiz será todo un poco más difícil, pero nada es determinante porque aún queda mucha competición y muchos partidos importantes».
A pesar de las que matemáticas no engañan a nadie, el futbolista dice que «todos estamos de acuerdo en que hay que alcanzar los cincuenta puntos, pero hacer cuentas sobre si hay que ganar todos los partidos de casa o hay que puntuar fuera es un error. No es bueno hacer ese tipo de cálculos porque al final no ganas ningún partido. En esta categoría podemos ganar en cualquier sitio y perder con el rival que menos esperábamos».
Quiere quedarse en el Real Murcia. Aquí ha nacido, aquí vive su madre y su familia y no es amigo de muchos cambios. «En Valladolid pasé siete años y allí estaba perfectamente adaptado. Lo que me gustaría es quedarme aquí y terminar mi carrera, aunque estas cosas nunca se saben. Lo que sí somos conscientes es que la responsabilidad es nuestra y de que los contratos se pueden ver seriamente afectados si no mantenemos la categoría. El Real Murcia y cualquier otro club tienen serios problemas si bajan a Segunda B».
Fuente: La Verdad
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