Era el testimonio estrella de la semana, después sde que se publicara que quería regresar al Hércules. Sergio Fernández tenía muchas cosas que aclarar: «No quiero olvidar mi pasado. Fue una situación dolorosa para mí la que me trajo al Real Murcia pero sólo por el hecho de pertenecer ahora a una institución de este calibre uno no puede sentirse triste ni decepcionado ni desanimado. Espero con mi esfuerzo, con mi trabajo y con mi implicación no defraudar a esa gente que ha confiado en mí. Quisiera dejar zanjado este tema de forma rotunda. Es normal que después de tanto tiempo en un sitio a uno le cueste trabajo iniciar una etapa nueva como a cualquier trabajador que se somete a un cambio tan brusco. Ese cambio no va implícito con que me quiera ir. Es el matiz que me ha molestado. Mi familia y yo no estamos depresivos. No hay ninguna opción de volver atrás. La decisión fue dolorosa pero ese camino me ha traído al Real Murcia», comentaba el central grana. Para el leonés, la gente ha puesto en su boca palabras que no ha dicho: «Puedo controlar las cosas que digo yo, las cosas que la gente dice de mí de manera indirecta yo no las puedo controlar. Quiero que quede claro que no ha existido esa reunión con nadie del Hércules».
Sergio Fernández reconoce que ha hablado con gente del Hércules, pero no en un plano profesional: «Sí que es verdad que he mantenido conversaciones con gente vinculada al Hércules pero porque mantengo relación de amistad. Estoy plenamente identificado con la gente del Real Murcia, con los objetivos propuestos por el club, me gusta la filosofía y los métodos de trabajo del entrenador, creo que estamos en disposición de conseguir algo importante y deseo ser partícipe. Defenderé al Real Murcia hasta las últimas consecuencias».
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