Parece más propio de una película de los Hermanos Marx que de la vida real. El 17 de julio era presentado en Nueva Condomina Sergio Fernández, flamante fichaje para el centro de la defensa grana. Era uno de los centrales más importantes de Segunda División en un Hércules que quedó a un paso del ascenso. Tras un desencuentro con el dueño del Hércules, Enrique Ortíz, Sergio Fernández decidió fichar por el Real Murcia, que le ofrecía un año de contrato más otro opcional en caso de cumplir un mínimo de quince partidos, además de unos emolumentos más altos.
Según el jugador, el Hércules cambio las cantidades un mes después de haberse pactado las condiciones de su renovación en un claro gesto de desprecio hacia un jugador que militó en el Hércules 6 años y que era el más querido del plantel por la afición alicantina. El equipo blanquiazul, y a falta de incorporar dos centrales, podría haber movido ficha en los últimos días para que hasta Sergio Fernández llegará una nueva oferta. El problema es evidente para el equipo alicantino: Sergio Fernández ha fichado por el Real Murcia y tiene una cláusula de rescisión de tres millones de euros: «No tenemos conocimiento de que el jugador quiera irse del Real Murcia ni tampoco de que el Hércules quiera ficharlo. A nosotros ni se ha dirigido Sergio Fernández por este asunto ni nadie del Hércules», asegura Santiago Del Río, consejero delegado del Real Murcia. Aunque desde Alicante se asegura que el jugador se ha reunido con Esteban Vigo, nuevo entrenador del Hércules, y Enrique Ortíz.
Fuente: La Verdad
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