La temperatura fue subiendo poco a poco a partir de las seis de la tarde. El debate sobre la aprobación de las cuentas ya fue caliente, pero nada que ver con lo que vendría después. El hecho de que estas llegarán a los accionistas después de lo legalmente establecido (a la convocatoria de la junta) suscitó quejas de socios como Higinio Pérez, que también cuestionó alguno de los datos que estas reflejaban.
El ex presidente Tornel también tomó la palabra para preguntar por qué uno de sus préstamos al club (los 87.000 euros con los que pagó a la AFE en julio de 2018 para evitar el descenso a Tercera) habían desaparecido de las cuentas, un error que la directiva de Ramos se comprometió a arreglar. Finalmente, la votación resultó muy apretada ya que solo un 54,47% votaron a favor de las mismas, mientras que un 45,21% dijeron 'no'. Un resultado que dejó entrever la división de los accionistas presentes. Unas cuentas que reflejaban unos ingresos en el ejercicio de 1,8 millones, unos gastos de personal de 1,3 y una regulación de saldos concursales que otros accionistas como Francisco Cobacho también pusieron en entredicho.
Un giro inesperado
El momento más caliente llegó sobre las ocho tarde cuando se trató en la junta la ampliación de capital hecha a medida para la llegada de Felipe Moreno. Mientras que el actual Consejo de Administración insistió en que dicho punto carecía de sentido ya que la aportación tanto de Ramos como de Moreno no se iba a producir por la ruptura de su acuerdo, un grupo representado por Francisco Tornel, Higinio Pérez y Francisco García, entre otros, pidió que se mantuviera dicho punto, que se pusiera en marcha una ampliación con carácter urgente para que pudiera entrar capital de forma urgente al club.
Fue el momento en el que la mesura saltó por los aires y los momentos de alta tensión se sucedieron, sobre todo entre Agustín Ramos y Tornel, que demostraron que su relación no es cordial, aunque también participaron más consejeros y accionistas. Parecía que todo saltaría por los aires y que el consenso era un imposible. Hasta que agarró el micrófono Alberto González Costea, accionista y patrocinador del club, y pidió encarecidamente a las dos partes que entablaran un diálogo.
No solo lo consiguió, sino que ambos bandos se aliaron para votar a favor la apertura de una campaña de préstamos convertibles de diez millones de euros que el Consejo determinará cómo se llevará a cabo, y hasta logró que Agustín Ramos y Francisco Tornel se dieron un abrazo, un final inesperado para una junta que fue volcánica pero que tuvo un final feliz.
Fuente: La Verdad
No hay comentarios:
Publicar un comentario