Durante catorce años Felipe Moreno ha sido el propietario de este club del sur de Madrid, cuyo crecimiento se multiplicó con la inauguración de su propia Ciudad Deportiva en 2017, con una aportación inicial de dos millones de euros. Unas instalaciones que son modélicas y envidia de otros clubes.
Dos campos de fútbol, hotel, restaurante...
Empresario de la construcción como es, Felipe Moreno supo rodearse de los mejores profesionales para erigir la Ciudad Deportiva del Leganés, denominada Instalación Deportiva Butarque. Tiene dos campos de fútbol - 11, un restaurante, despachos, vestuarios, lavandería, sala de prensa... y gradas, con un aforo superior a 2.000 espectadores que pueden ver, por ejemplo, los partidos del filial, el Leganés "B".
Residencia para jugadores que formaría el Murcia
Una de las grandes novedades que presentó la Ciudad Deportiva del club pepinero fue que contaba con una residencia para jugadores. En efecto, la ID Butarque no es solo un centro de entrenamiento, sino también permite el alojamiento de decenas de futbolistas, gracias al trabajo de la empresa Cabisuar, que montó en tiempo récord unos módulos prefabricados, que incluyen habitaciones dobles. Una solución arquitectónica, rápida y de costo reducido, que ahora copia el Éibar.
Y esa es la idea que Felipe Moreno quiere transportar a la próxima Ciudad Deportiva del Real Murcia, de tal manera que el club grana, con sus profesionales acreditados, pudiera formar a futbolistas de la cantera y abriera el abanico para traer otros jóvenes valores.
Siempre de la mano con Agustín Ramos
Este proyecto de Felipe Moreno encaja en la Ciudad Deportiva del Real Murcia, que ya tiene terrenos. Fueron adquiridos, después de una negociación compleja y resuelta con éxito por Daniel Moreno y Antonio Rubio, por KBusiness, para su cesión posterior, bajo la figura legal de una fundación, a la entidad que preside Agustín Ramos.
El presidente y su equipo directivo coinciden con Moreno: es necesario hacer crecer la Ciudad Deportiva, pero dentro de costos e inversiones razonables, sin caer en planteamientos megalómanos como el de Víctor Gálvez, que fijó en cuarenta millones de euros la inversión para levantar su desproporcionado proyecto.
El actual presidente del Real Murcia y el exdueño del Leganés convergen también en un punto: el gasto siempre debe ser medido, a fin de no comprometer el futuro económico del club.
Fuente: Onda Regional
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