Quique Pina apunta al Real Murcia

Fue una imagen llamativa. Quique Pina, conocido representante murciano y gestor de diversos clubes del fútbol español como el Ciudad de Murcia, Granada y Cádiz, ocupó un lugar privilegiado en el palco del Rico Pérez el pasado 29 de mayo junto a los políticos desplazados desde la Región para ver el partido del ascenso a Primera RFEF del Real Murcia. Allí también estaban Agustín Ramos, presidente del club, y el resto de consejeros, como Antonio Pedreño, con el que Pina disfrutó del choque contra la Peña Deportiva.

Pero la presencia de Pina fue una premonición. La relación entre Pina y Ramos ha ido estrechándose con el paso del tiempo gracias fundamentalmente a Pedreño, una pieza clave en su buena relación con Ramos. Pina posibilitó el pasado verano la incorporación al club grana de Zeidane Inoussa, cedido por el Caen francés, un fichaje que resultó muy productivo. Meses más tarde Pina y Agustín Ramos tuvieron la oportunidad de charlar amistosamente en varios ocasiones, como en la visita del equipo grana al campo del Intercity el pasado mes de febrero. Así hasta que el empresario de Abarán decidió estudiar a fondo la posibilidad de contar con Pina de forma continuada en el tiempo, de manera más formal e intentar dar un salto de calidad a la hora de formar el Real Murcia 2022-23.

Por eso, en los últimos días el empresario de Abarán ha pisado el acelerador, ha comprobado la disposición de Pina y valora abrirle la puerta del club como asesor de la comisión deportiva. Su misión sería, de terminar de cerrarse el acuerdo en las próximas horas, ocupar el puesto de manager general de fútbol o asesor del Consejo de Administración del Real Murcia en materia de fichajes y bajas. Mano a mano con Manolo Molina, actual director deportivo de la entidad centenaria, al que Pina valora y quiere mantener a su lado. De hecho, que siga Molina es una de las peticiones de Pina.

Ramos deshoja la margarita y analiza los pros y los contras de la llegada de Pina al Real Murcia, club del que nunca se cerró la puerta. Sabe que Pina representa un tipo de gestón diferente a la de Molina, que siempre ha apostado por la mesura económica y por jugadores de un perfil más bajo, aunque entiende que su llegada mejorará al club grana. Pina trabaja desde hace semanas para que Inoussa pueda volver al Murcia, igual que con Omar Faraj, un delantero sueco que juega en el Levante B. Pero si Ramos decide dar el paso y Pina acepta, a partir de ahora su presencia será habitual en el estadio murciano y su opinión clave en los asuntos deportivos de la entidad centenaria.

Tras una modesta etapa como jugador, Pina alcanzó la fama y un gran prestigio fuera de los terrenos de juego. Primero siendo mediador y pieza clave en la llegada de importantes futbolistas a España como Riquelme, Anelka, Saviola o Vieri, entre otros, y después al frente de clubes como el Ciudad de Murcia, el Granada o el Cádiz, del que actualmente conserva una parte de la propiedad.

Inicio en los despachos
Una lesión cuando jugaba en el Mérida le obligó a cambiar el pantalón corto por los despachos. Creó y estuvo a punto de llevar a Primera al Ciudad de Murcia, mientras que años después se colocó al frente del histórico Granada, que estaba en Segunda B y al borde de la desaparición por las deudas. Junto al empresario italiano Gino Pozzo, entonces dueño del Udinese, el murciano llevó a la entidad blanquirroja de la quiebra al saneamiento total y también a Primera División, donde Pina mantuvo al club andaluz hasta su marcha.

Pina también es algo parecido a un héroe en Cádiz, donde desembarcó tras dejar Granada. Posee una parte de las acciones del club amarillo y pelea por volver al Nuevo Mirandilla, aunque también tiene asuntos pendientes con la justicia desde 2018 tras verse implicado en una operación contra el blanqueo de capitales. De momento, ha decidido volver a empezar en Murcia, ciudad en la que siempre soñó triunfar ayudando al Real Murcia, club al que defendió sobre el césped y que lleva en el corazón desde joven. A partir de ahora deberá asesorarlo para volver al fútbol profesional.

Fuente: La Verdad