Pero dos de los miembros del KBusiness cercanos al presidente grana, y que son de su confianza y estaban presentes en la citada reunión, se opusieron radicalmente a la entrada en el club con plenos poderes de quien fuera presidente del Ciudad de Murcia, el Granada y el Cádiz, amenazando incluso con marcharse del club grana desde ese mismo instante si Pina entraba como mánager general.
Es más, exigieron que el propio Pina desembolsara capital para entrar en el Real Murcia, como habían hecho ellos mismos y sus empresas asociadas. Frente a ellos estaba el propio presidente, que escuchó atentamente el razonamiento de estas dos personas de confianza y comenzó a sopesar profundamente la decisión que ya parecía tomada, y también Antonio Pedreño, el más interesado en el aterrizaje inminente del exitoso exgestor de equipos como el Ciudad de Murcia, Granada y Cádiz.
Pedreño está haciendo mucha fuerza para que Pina entre en el Real Murcia. Cree que es la persona idónea para liderar todo el organigrama deportivo y no comprende que se pongan obstáculos a la incorporación de Pina. De hecho, Pedreño terminó enfadadísimo en el cónclave del pasado miércoles y abandonó la propia reunión dando un portazo al ver que su proyecto tenía el peligro de desvanecerse. Teme que su plan no se lleve a cabo.
Por un lado, los dos miembros del Kbusiness, tercer gran accionista grana con más de 400.000 euros de capital a falta de la resolución del juicio sobre la propiedad de García de la Vega, apelaron al control económico y a la mesura a la hora de formar la plantilla y acometer gastos en salarios. Su prioridad es seguir enfocando el día a día del club en llegar a un acuerdo con Hacienda y Seguridad Social, entidades que embargan una buena parte de los ingresos, y terminar de levantar el concurso de acreedores para el que podrían faltar menos de un millón de euros, antes de apostar todo a la confección de la plantilla. Una hoja de ruta marcada, además, en las últimas juntas de accionistas. A pesar, incluso, de que el dinero pudiera salir del bolsillo de Ramos a través de préstamos participativos, ya que finalmente se convertiría en deuda para el Murcia de no funcionar dicho plan.
Apuesta a corto plazo
El plan de Pedreño y Pina es otro muy distinto y está basado en la contratación de futbolistas de mejor nivel y salario que los que foman actualmente la plantilla grana, o de los que tiene Manolo Molina en su agenda para armar el nuevo Real Murcia 2022-23. Se trata del formato que siempre usó Pina, apartado del poder en el Cádiz por un presunto blanqueo de capitales derivado de traspasos de jugadores.
Por lo tanto, Agustín Ramos debe decidir ahora entre mantener el modelo instaurado desde que el grupo de Tornel llegó al Real Murcia en noviembre de 2018, basado en cuadrar los gastos a los ingresos y buscar el ascenso a Segunda a la largo plazo, o bien dar un giro radical para intentar subir a Segunda de forma rápida a pesar de las grandes deudas que tiene el club y lograr así el capital necesario para enjugar una deuda que impide al Real Murcia mirar al futuro con más optimismo.
Fuente: La Verdad
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