martes, 1 de febrero de 2022

Los secretos de enero

Incluso los móviles de última generación, aquellos que presumen de mejor batería, se pueden ir al uno por ciento en la locura del mercado de fichajes. El día de año nuevo trae resaca y alguna felicitación atrasada. Y ahí se acaba la paz para los directores deportivos, que sumergen en un mes desquiciante. Manolo Molina, oficiando ahora como director deportivo de tantas exigencias como el Real Murcia, lo ha vivido en primera persona. Y el mercado no se lo ha puesto fácil. No.

El extremo, un quebradero de cabeza

El Murcia se esforzó en traer a Isi Ros. Pero jugaba en inferioridad de condiciones con respecto a otros. Ni linaje ni abolengo. Ni pasado glorioso. El Murcia está en Segunda Federación, y ese es un hándicap que ha hecho que vuelen algunos jugadores. El caso de extremo de Las Torres de Cotillas es obvio. Su negativa a descender un escalón obligó a Manolo Molina a recalcular ruta. Puso los ojos en Loren Burón. El futbolista estaba dispuesto a venir. Pero el Mar Menor exigió por él 40.000 euros. La oferta grana llegaba a los 15.000. Nunca hubo intención en San Javier de vender a uno de sus principales activos. La cúpula directiva del equipo del Pitín lo considera esencial para amarrar una permanencia que es determinante para el futuro institucional de la entidad.

Manolo Molina buscó una alternativa en el Club Deportivo Ejido. Sergio Pérez aparecía como pieza apetecible. Pero tampoco el club andaluz se inclinaba a soltar al jugador. Pidió por él 35.000 euros. Una cantidad que se consideró excesiva desde los despachos de Nueva Condomina. 

Y entonces, agotadas las posibilidades que concedía el mercado nacional, el Real Murcia desempolvó la carpeta donde venía un nombre. Su representante lo había ofrecido. El cuerpo técnico grana había elaborado un informe positivo. Un futbolista de enorme potencial, que juega muy bien al espacio, que ya ha sido internacional sub-21. Despliega su fútbol en la Ligue 2 francesa. Es verdad que aún es muy joven. pero hay apuestas que también salen bien. Así es como llega Zeidane Inoussa a Murcia. 

Santi Jara dijo "no" a Linares y Nàstic

El resultado del mercado de operaciones no ha generado en el aficionado unanimidad. Pero sí ha estado cerca un fichaje: el de Santi Jara. Nadie puede discutir su talento, ya acreditado en su regreso al césped de Nueva Condomina el pasado domingo. Igual que en otras incorporaciones, en otros no-fichajes, Molina tuvo elementos condicionantes que jugaron en su contra, aquí hubo un factor que le ayudó: Santi Jara quería estar cerca de casa, de Almansa. Las razones personales le hicieron rechazar propuestas más apetecibles, como la del Linares o el Nàstic, para volver a ponerse la camiseta grana.

Drenthe, a fuego lento

La llegada del neerlandés ha sido interpretada por algunos como un capricho del presidente. Un gesto absolutista de quien es ahora el máximo accionista de la entidad. La dirección deportiva corrige esa impresión. Agustín Ramos habría podido hacer el fichaje el primer día, sin contar con nadie. Y sin embargo, aguardó pacientemente el resultado de todos los informes médicos y físicos hasta dar el paso de contratarlo. Es más, la operación, que empieza a fraguarse el 26 de diciembre, se va cocinando con lentitud en la marmita de los fichajes. A fuego lento. Por razones obvias. También Ramos quería tener toda la información antes de firmar el contrato. Y no lo hizo hasta este domingo.  

Fuente: Onda Regional

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