–¿Está triste por su adiós?
–Nunca me iré de este club. Solo vuelvo a ser lo que siempre he sido; socio y ahora abonado. Simplemente dejo de ser directivo porque siento que nuestro momento ha terminado. Creo que hemos llegado hasta el límite de lo que podíamos aportar, y quizás hasta un poquito más.
–Habla usted en plural.
–Tornel siempre ha dicho, y estoy de acuerdo, que hemos sido directivos accidentales. El Real Murcia estaba en una situación malísima y nos ha tocado gestionarlo, pero nosotros no tenemos capacidad financiera para sacar esto adelante de manera definitiva. Los dos hemos decidido dejarlo aquí. Creemos que es mejor para el Real Murcia que Agustín Ramos se rodee de gente de su confianza y no tenga un Consejo heredado.
–¿Qué piensa de Tornel?
–Lo conocí en 2015. Creí en su proyecto y tuvimos una oportunidad para realizar un cambio en la gestión del club. Es muy buena persona y un gran profesional. Su ilusión y su generosidad han sido un punto de inflexión en la historia reciente del Real Murcia. Y a nivel social es una persona cercana y que llega a la gente. Creo que es el presidente ideal para el Real Murcia. Siempre he sentido su respaldo y le estaré siempre agradecido.
–¿Algún consejo para Ramos?
–Considero que debe mantener esta línea de gestión responsable y profesional de los últimos años. Cuando la deuda esté totalmente solucionada, volveremos a ser un equipo con aspiraciones para crecer y volver donde debemos estar.
–¿Su marcha es voluntaria?
–Sí. El mapa accionarial está repartido y sigo teniendo el apoyo de accionistas importantes, pero me voy yo porque creo, sinceramente, que mi etapa terminó.
–¿Lo hace con satisfacción?
–Por supuesto. He trabajado todo lo que podía y un poco más. He hecho míos los problemas del Real Murcia y puedo afirmar que, económicamente, a día de hoy el Real Murcia está mejor que cuando llegamos, sin olvidar que todavía queda mucho camino por recorrer. Pero considero que ahora les toca a otros seguir remando.
–¿Ha cobrado del Real Murcia?
–No, por supuesto que no. Ningún directivo ha cobrado. Es más, todos hemos aportado dinero.
–¿Se arrepiente de haber dado un paso adelante por el club?
–Sentía que era mi obligación como murcianista, por los sentimientos que mi padre me ha transmitido hacia este club y que forman parte de mí. Mi único objetivo era que podamos seguir viendo partidos del Real Murcia.
–Al Murcia no siempre lo dirigieron murcianistas como ustedes.
–Seguro que no. Hay mucha gente que está en el Real Murcia por murcianismo, pero también los hay que en el pasado han buscado la visibilidad que tiene el club para sacar un rendimiento económico de su gestión. Pero antes de mirar y echar la culpa a los que vinieron de fuera para aprovechase y sacar partido del Murcia, tendríamos que valorar como nosotros, los murcianistas y los murcianos, hemos dejado que cualquiera tomara el control de la entidad sin nosotros impedirlo.
–¿Se marcha por no pensar igual que Agustín Ramos?
–No, no somos incompatibles. Puntualmente podemos ver determinados asuntos de diferente forma. Me ha pasado con él y con otros consejeros en otros momentos. No me lo tomo como algo personal, en cada momento he defendido lo que he creído mejor para el Real Murcia sin querer generarme ningún enemigo. Es normal que haya habido tensión con él y con otros antes.
–¿Será ahora crítico como hacen otros exconsejeros?
–Mientras siga habiendo una gestión responsable de Agustín y del resto del Consejo de Administración, tendrán mi apoyo como abonado y accionista. Tengo la suficiente experiencia con lo que he vivido como para saber que la gente que está gestionando el Murcia necesita todo el apoyo posible y, por mi parte, lo van a tener. Si he decidido salir es para irme y descansar, y no para generar problemas desde fuera.
–¿Cree que hay consejeros que no han dado la talla en este tiempo?
–Creo que todos los consejeros con los que he compartido gestión han actuado con responsabilidad y murcianismo y, en caso de discrepancia, nunca lo he tomado como algo personal. No vine a hacer amigos y algunos me llevo, como Emilio García, y eso que ha sido uno con los que más he discutido. Junto con Paco Tornel, es uno de los grandes artífices de que el Real Murcia no haya desaparecido. Gracias a él hemos podido pagar muchas cosas.
–¿Se marcha quemado?
–El Real Murcia tiene un peso muy importante en la Región, en la sociedad murciana, en los medios de comunicación y en las redes sociales. Si no eres capaz de vivir un poco al margen de ese mundo paralelo y ver las cosas con perspectiva, te puedes irritar. Pero por suerte no ha sido mi caso, creo que en la mayoría de las ocasiones he sabido gestionar esa parte. He tenido el orgullo de ser directivo del club del que soy aficionado y que es tan importante para mí.
–¿Hacia dónde debe caminar ahora la entidad en el aspecto económico y financiero?
–Primero debe solucionar el problema de la propiedad que hará que los inversores puedan seguir aportando capital, y después debe solventar la deuda pública. En estos tres años hemos generado confianza. Cuando llegamos y llamábamos a cualquier sitio la imagen del Real Murcia era nefasta; el club llevaba años riéndose de todo el mundo, sin pagar, y ya nadie se fiaba de nosotros.
–Usted, junto a Tornel, fueron los que más apostaron por fichar a Manolo Molina como director deportico. ¿Podrá sobrevivir en el club sin vuestro apoyo?
–Está haciendo un gran trabajo. Es una persona ideal para afrontar un proyecto de club a tres o cuatro años vista que pretenda llegar al futbol profesional. Aunque fue una apuesta personal de Tornel, Molina fue refrendado por todo el Consejo de Administración. Su trabajo va dando sus frutos y hay que tener paciencia.
Fuente: La Verdad
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