Por eso el club grana interpuso una querella el pasado 19 de octubre de 2020 contra Víctor Gálvez Espinosa, su hijo Víctor Valentino Gálvez García y el antiguo director deportivo y portavoz Toni Hernández, a quienes acusa de presuntos delitos continuados de administración desleal y apropiación indebida por haber adoptado decisiones presuntamente arbitrarias y de un coste desproporcionado que estuvieron a punto de llevar a la entidad centenaria al agujero. Igualmente la querella les atribuye, presuntamente, haberse apropiado de, al menos, 221.513 euros para su propio enriquecimiento y en claro perjuicio de los intereses del club.
La querella contra las mercantiles Galvez Brother Business XXI SL y Fútbol Puro Consulting SL de Toni Hernández, acusa a Víctor Gálvez y a su hijo de haber diseñado una estrategia desde su entrada al club, en marzo de 2018, consistente en aparentar que iban a trabajar en favor de los intereses de la entidad, lo que les llevó en un primer momento a pagar algunas nóminas atrasadas, cuando en apariencia lo que pretendían era impulsar «una gestión destinada en todo momento a su lucro personal y en evidente perjuicio del Murcia», recoge la querella.
Según el documento, pronto dejaron de abonar las nóminas y de pagar las obligaciones corrientes de la entidad y comenzaron a contraer «obligaciones inasumibles», que se tradujeron supuestamente en un grave daño a la sociedad, un perjuicio para su patrimonio y el aumento de la deuda del club.
1,5 millones de ingresos
Entre los hechos supuestamente delictivos de mayor gravedad que se atribuyen a los Gálvez destacan el hecho de haberse apoderado, presuntamente, de los ingresos íntegros del club en ese periodo que va desde marzo de 2018 hasta noviembre del mismo año, como los derivados de la publicidad, la venta de entradas por partidos y los abonos de la campaña por un importe total de casi 1,5 millones, y de haber abonado algo más de 1,2 millones para sufragar los gastos del Real Murcia, por lo que se habrían apropiado de la diferencia, además de haber generado fichas desproporcionadas y despidos improcedentes que, posteriormente, costaron casi cerca de un millón de euros a la entidad grana.
Por lo tanto la querella del Real Murcia contra los Gálvez y Toni Hernández ha superado su primer filtro judicial debido a los indicios racionales de delito que ha encontrado el juez Juan Miguel Ruiz Hernández, que a partir de ahora acordará diligencias y pruebas destinadas a esclarecer todo lo sucedido en una de las etapas más oscuras de la historia del Real Murcia.Fuente: La Verdad
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