–Es curiosa su trayectoria. Lo que más sorprende son sus casi tres años jugando en Croacia.
–No me importó dejar España cuando surgió la oportunidad. No me arrepiento de haber vivido fuera. Maduré en todos los sentidos. El Alavés no quería que siguiera en Tercera y prefirió que progresara en un club de su propiedad de la Primera croata.
–¿Cómo recuerda esa etapa?
–Fue una experiencia muy bonita. Era un lugar que estaba a 250 kilómetros de Venecia. Croacia es un país muy mediterráneo, la temperatura es muy parecida a la de aquí. Practiqué mucho el inglés.
–Hasta que le llamó Julio Algar.
–Surgió todo el último día de mercado. Era el único delantero del equipo, el Istra, ya que mis compañeros estaban lesionados. Hasta que el Alavés me permitió salir y decidí venir aquí. No lo considero un paso atrás ni tampoco un paso de gigante en mi carrera. Me permite jugar en Segunda B y luchar por algo bonito.
–¿Cuál es su objetivo en el fútbol? ¿Hasta dónde quiere llegar?
–Tengo la suerte de que, a día de hoy, puedo vivir del fútbol. Es una cosa que hace seis años ni me lo hubiera imaginado. Me gustaría seguir siendo futbolista dentro de diez años y ganarme la vida con ello. Es importante que me respeten las lesiones.
–Antes de su llegada todos hablaban maravillas de usted.
–La gente me dice que tengo cualidades para jugar en Primera, pero no es algo que me haga perder el sueño. Con trabajo y esfuerzo intentaré llegar, pero, seguramente, tengo cosas que mejorar. La cabeza es lo más importante, es lo que más te permite evolucionar. Un jugador puede tener unas condiciones físicas espectaculares, pero si de cabeza no va bien, no progresa. Hay que cuidarse, ser serio y explotar las cualidades, aunque existan limitaciones.
–¿Usted se cuida?
–Podría cuidarme más, pero no me descuido nunca. Respeto las horas de sueño y me alimento bien.
–Está muy musculado, tiene pinta de pasar muchas horas trabajando en el gimnasio.
–No. Mucha gente se piensa que me machaco en el gimnasio, pero no es verdad. Es mi genética. No he trabajado nunca mi cuadro inferior y el tren superior lo trabajo poco, solo el core (músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna) porque previene lesiones. Antes de cada entrenamiento hago un programa preventino para evitar lesiones, pero no voy todos los días al gimnasio, eso no es verdad.
–Incluso algún directivo y técnico del Murcia, antes de su llegada, lo comparó con Cristiano.
–Me están comparando con uno de los dos mejores jugadores de la historia. Es un halago, pero a la vez es malo. A lo mejor es por la forma de andar o los rasgos físicos. Es el mejor rematador del mundo, aunque de pequeño mi ídolo era Zidane.
–¿Qué prepara para el futuro?
–Abandoné los estudios por el fútbol pero ahora, al volver a España, los he retomado. Voy a hacer un curso de acceso a la universidad. Me gustaría estudiar ADE (Administración de Empresas). Me atrae.
–¿Cómo valora su experiencia en un club como el Murcia?
–Sabía que es un sitio importante, que sería bueno para mí. Tengo mucha ilusión por triunfar. Este equipo representa a una ciudad y a una Región entera. Tiene muchas cosas buenas y también las malas cuando el equipo no va bien. La responsabilidad se nota.
–¿Cómo llegan a la segunda fase?
–Tenemos todas las posibilidades de lograr el objetivo. Tenemos que ganar todos los puntos posibles. No hacemos cuentas. Cada semana será una historia diferente.
–De puertas para adentro, ¿hay confianza en lograr el objetivo?, ¿hay buena química dentro?
–El vestuario está bien. Es sano y está muy unido. Nos llevamos muy bien. Tenemos que limpiar la cabeza, descansar mentalmente.
–Le hemos visto jugar en varias posiciones del ataque, ¿usted dónde se siente más cómodo?
–Creo que soy delantero centro, es la posición en la que juego desde hace cuatro o cinco años. Es donde más efectivo me siento, pero jugaré donde diga el entrenador.
–Toril está en forma.
–La competencia es sana. No hay rivalidad. Me alegro mucho de sus goles y espero que marque más.
Fuente: La Verdad
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