Cada traspié del Real Murcia abre una crisis y un
debate. La temporada avanza a velocidad de guepardo. Con finales en
enero. Y con cambios de entrenadores en febrero. Las singularidades del
nuevo sistema de competición no dejan margen de error en los banquillos.
El nerviosismo se extendió entre el Consejo de Administración
por culpa del empate de este domingo ante el Lorca Deportiva, que ha
comprometido aún más las posibilidades granas de alcanzar la Liga PRO.
No estaba descartada la caída del entrenador, cuestionado otras veces.
Por eso el equipo ejecutivo grana ha convocado a Julio Algar
para pedirle su opinión técnica. Y el director deportivo, en reunión
mantenida con los consejeros esta tarde de lunes en el estadio Enrique
Roca, ha enunciado los motivos por los que entiende que Adrián debe
seguir en su puesto. Algar ha defendido el trabajo del entrenador, y ha
pedido tranquilidad.
No era el asunto medular de la reunión
convocada en la zona noble del Enrique Roca. La gran batalla en la que
ahora anda afanado el Consejo es la respuesta jurídica a Mauricio García de la Vega.
El secretario del Consejo y reputado jurista Antonio Rubio ha hecho una
exposición detalla del estado de situación, dibujando las posibles
salidas y estrategias judiciales que permitan defender los intereses del
Real Murcia y su subsistencia.
Otro de los motivos de desvelo en el órgano de poder grana es la obtención de liquidez para llegar al 30 de junio.
El Consejo de Administración ya trabaja en concertar acuerdos de
patrocinio, con proyectos que vinculen a empresas y Real Murcia, con la
nomenclatura de Business Class que ya maneja la entidad como nombre
comercial de esta fórmula.
Fuente: Onda Regional
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