La alarma saltó en las oficinas del Enrique Roca a última hora de la tarde de ayer, cuando desde la cúpula se conoció el positivo de un jugador de la primera plantilla de COVID-19. Ahí, se aceleró el proceso para agilizar el trámite y comunicar la situación a los organismos pertinentes. Dependerá del número de positivos que en el elenco de jugadores se encuentren, para disputar o no el choque ante el filial bético.
Recordamos que el Real Murcia aún no ha debutado en liga, ya que la semana pasada fue el Recreativo Granada el que tuvo ese problema y solicitó, de la misma forma, el aplazamiento del partido. La pelota está ahora en el tejado de la RFEF, que tendrá que tomar una decisión en el asunto.
Fuente: Onda Cero
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