Por lo menos hasta el próximo domingo, en el que su equipo se va a enfrentar al San Fernando, un rival directo en la tabla y un buen examen para que el jienense demuestre que puede elevar el ánimo de sus futbolistas, que por momentos muestran signos evidentes de cansancio mental y físico.
En la reunión de ayer en la Nueva Condomina se impuso la corriente más conservadora, la que apostaba por otorgar a Herrero una oportunidad más. Un planteamiento basado en varios factores, como los síntomas de mejoría del Murcia en la segunda parte contra El Ejido. Cuarenta y cinco minutos que demostraron que entre el andaluz y sus jugadores hay una complicidad que quedó patente cuando algunos de los pesos pesados del vestuario, a la conclusión del encuentro, salieron a defender la continuidad de Herrero.
El factor económico también fue decisivo a la hora de tomar una decisión que finalmente no se contradice con el planteamientos inicial del mercado invernal grana, en el que la mesura económica y el control del gasto eran más importantes que la exigencia deportiva.
Eso sí, que Herrero continúe como técnico del Murcia no significa que su plantilla pueda bajar los brazos, ni tampoco conformarse con asentarse en mitad de la tabla, sin más. Aunque son nueve puntos los que separan al equipo grana del Recreativo de Huelva, el cuarto clasificado, los cruces directos y las trece jornadas que restan para el final de la liga regular hacen que la junta directiva, que fue capaz de generar un movimiento social sin precedentes para salvar el club grana de la desaparición, no quiera arrojar la toalla ni tampoco rendirse.
Además de la posibilidad del ascenso a Segunda, el Murcia necesita generar ilusión y esperanza de aquí al final de temporada, haya 'playoff' o no. Si el equipo grana sigue compitiendo hasta la jornada 38 los recursos económicos seguirán llegando en forma de taquillas, publicidad y otros ingresos.
Ese es el motor que ha movido a los que querían echar a Herrero: el miedo a que la temporada se haga demasiado larga sin luchar por nada. Miedo a que después de la ampliación de capital que llevó al Murcia a todos los rincones del mundo, el hastío se apodere de un equipo castigado emocionalmente, sí, pero que también posee una calidad y bagaje que no tienen otros competidores, como el Badajoz, el San Fernando o el Melilla, por ejemplo.
Por eso, el Murcia ha decidido apostar por la continuidad de Herrero, pero sin renunciar a jugar el 'playoff'. El entrenador jienense tendrá que reinventar su discurso y ser más vehemente. Ese es el plan: dar a la plantilla lo que quiere a cambio de que se dejen hasta la última gota de sudor en el campo para luchar por un objetivo que daría la vida a un Murcia que no puede tirar, así como así, los últimos 13 partidos.
Posibles sustitutos
Pedro Cordero estaba dispuesto elegir un nuevo entrenador, aunque ahora tendrá que aparcar las diferentes opciones que tenía hasta nueva orden. Para el cartagenero la situación ideal pasaba porque Herrero pudiera reanimar a su equipo, acabar la temporada luchando por el 'playoff' y el año que viene, en caso de no ascender, elegir un entrenador a la medida del nuevo proyecto.No obstante, también había batido el mercado en busca de técnicos que cumplieran con las exigencias que reclama un club como el Murcia. Entre ellas, experiencia y un discurso firme para reactivar el vestuario. Y en la terna final entraron técnicos como Claudio Barragán, que tiene dos ascensos a Segunda en su historial y que no triunfó en su última experiencia en el Hércules.
En su lista también se encontraba Ángel Viadero, que dirigió al Racing de Santander la pasada campaña, o Javier Olaizola, que entrenó al Mallorca en Segunda División. Cordero también había tanteado a Juan Carlos Garrido, aunque éste decidió firmar en la madrugada del domingo al lunes por un equipo de Catar. También habían llegado a la mesa del Real Murcia otras propuestas, como las de Iban Cuadrado o Juan Casuco, pero estas también deberán esperar. De momento.
Fuente: La Verdad
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