Las dos partes han expuesto las pruebas por las que consideran que tienen razón y los avala como dueños del Murcia. De la Vega ha sostenido que con fecha del 7 de marzo ejerció una opción de compra recogida en el contrato privado suscrito con Moro en diciembre de 2017. Por eso, ha mantenido que la revocación realizada por el extremeño el 11 de marzo carece de sentido. «No se puede rescindir algo que ya está ejecutado», ha dicho Mauricio García.
Por su parte, la estrategia seguida por Raúl Moro ha ido encaminada a demostrar que De la Vega puso de manifiesto que no tiene la capacidad económica suficiente para hacer frente a los gastos que supone estar al frente del equipo grana. El expresidente pimentonero ha recordado que Mauricio no pagó a los jugadores durante su etapa como gestor y tampoco aportó recursos al club.
«De la Vega nunca realizó ninguna aportación dineraria al Murcia» asegura Moro, quien ha defendido en la mañana de este jueves que su decisión de revocar el contrato firmado con el mexicano ha demostrado ser atinada por los pagos que está asumiendo el empresario Víctor Gálvez, actual presidente murcianista, desde que se puso al frente de la nave grana a mediados de abril.
El siguiente paso en el procedimiento del TAS sobre la propiedad del Murcia será conocer el contenido del laudo que dictará el árbitro que lleva el asunto y que determinará quién es el legítimo dueño de la entidad murciana. Este paso se espera que se produzca en las próximas semanas.
Fuente: La Verdad
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