El ejercicio del Murcia que se puso ayer encima de la mesa arrojó una deuda de la sociedad murcianista que asciende a los 53,2 millones. En el periodo del que salieron las cuentas adelante los granas acumularon pérdidas por valor de 2,1 millones. Sin embargo, el actual presidente de la entidad, Víctor Gálvez, no tuvo reparos en admitir que la última temporada (2017-18) dejará al Murcia con una deuda total de 55,2 millones. Esto se debe a que los ingresos durante el último ejercicio se quedaron en 1,5 millones, mientras que los gastos ascendieron a 3,5 millones, por lo que la deuda del Murcia se incrementó en otros 2 millones.
Con un agujero económico de más de 55 millones el futuro de la entidad grana se tiñe de negro y por eso el Consejo de Administración comunicó ayer que actuará conforme le marca la ley y en un plazo de 60 días convocará de nuevo a la junta de accionistas para que se vote si se lleva a cabo una ampliación de capital por valor de 18,8 millones. El periodo para los interesados en participar en este proceso será de 30 días.
La ampliación de capital puede suponer la llegada de un inversor que se convierta en el nuevo dueño del Murcia si acomete una gran apuesta económica. En caso de que los accionistas no acuerden la aprobación de la ampliación de capital, el club deberá ir a liquidación. Uno de los principales motivos que han llevado a Gálvez a apostar por la ampliación es que el Murcia tiene los fondos propios negativos en 43,7 millones. Además, los granas han incrementado su deuda con proveedores en 21,7 millones. De ese montante, 16,4 millones son pagos que el club tiene pendientes con las administraciones públicas. Las deudas con Hacienda, Seguridad Social y ayuntamientos están presentes en este concepto.
De igual manera, los pimentoneros tienen remuneraciones pendientes de pago con trabajadores de la sociedad murcianista por valor de 975.000 euros. Con este escenario, el futuro deportivo del equipo se puede ver gravemente condicionado por su situación económica. Gálvez advirtió ayer de que, en caso de que el Murcia hubiera logrado el ascenso a Segunda, no habría podido competir en la división de plata con una deuda de 55 millones, aunque hubiera alcanzado los preceptivos convenios singulares con Hacienda y Seguridad Social.
El presidente murcianista repitió que la semana que viene dejará saldados los 630.000 euros que el club debe abonar por las denuncias que ha recibido ante la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles). Además, adelantó que antes del próximo 5 de julio el equipo pimentonero deberá depositar ante la federación española un aval de 200.000 euros para poder competir en Segunda B la próxima temporada. Los últimos veranos fue la federación murciana la que solventó este requisito, pero su presidente, José Miguel Monje Carrillo, comunicó esta semana a Gálvez que este año será el Murcia el que deba dar este paso.
Roca, posible inversor
La junta de accionistas de ayer se pudo llevar a cabo porque existió quórum del 86,11 por ciento del capital social. Se reconoció a la mercantil Corporación Empresarial Augusta de Raúl Moro como máximo accionista. Su representación la ejerció Gálvez. Además, el empresario de Orihuela señaló como posible inversor del equipo murcianista a Enrique Roca Fernández, empresario con negocios en el mercado inmobiliario. Según la información que obra en poder del Registro Mercantil de Alicante, es el administrador único de la sociedad Centro de Negocios Playas De Orihuela. También ha trabajado en Murcia.Fuente: La Verdad
No hay comentarios:
Publicar un comentario