viernes, 22 de enero de 2016

Los dos herederos de Samper echan el freno de mano

Era un deseo expreso de Jesús Samper y una promesa que hizo Juan Antonio días después de la muerte de su hermano. Un salvoconducto que le permitió salir del Consejo de Administración grana para marcharse a Madrid sin asumir responsabilidades en los pagos de la actual temporada. Se trata de la firma del documento que tiene la familia Samper en su poder desde hace días y por el cuál los herederos de Jesús (sus hijos Gonzalo y Patricia) cederían el 88% de las acciones del expresidente de la entidad al actual Consejo. Sería la llave que abriría todas las puertas y que permitiría a Martínez Abarca y a sus consejeros poder celebrar una ampliación de capital vital para meter dinero en las cuentas del club, que no tiene activos.

El paso era tan vital que Enrique López, el representante de los accionistas minoritarios, y Miguel Martínez, cabeza visible de los peñistas, accedieron a formar parte del Consejo si los Samper cedían estas acciones. Fue la única condición. Más de quince días después de aquel pacto aún no tienen el documento firmado, ya que Gonzalo Samper se lo está pensando mucho y no quiere dar ningún paso en falso. El hijo varón de Jesús Samper está recibiendo presiones hasta de su tío Juan Antonio Samper, y de Romeo Cotorruelo, consejero grana y persona de confianza durante años de Jesús Samper, para que ceda las acciones. Pero no da su brazo a torcer.

El motivo es que Gonzalo, y también Patricia, su hermana, no saben si van a aceptar la herencia y si firmar ese documento de cesión o donación en favor de Abarca podría ser entendido por la justicia como una aceptación de un legado que parece tener más deudas que activos y que todavía se encuentra en la fase inicial de la declaración de herederos. Temen que se dan un paso en falso puedan recaer sobre ellos todas las deudas de su padre sin estudiar primero los números. Por lo tanto, parece que las acciones seguirán siendo suyas hasta que no se resuelva la herencia.

Una herencia compleja
Una vez identificados todos los herederos de Jesús Samper, estos pueden hacer tres cosas: renunciar a la herencia, aceptarla de forma pura (con todos los bienes y también todas las deudas, incluidas las responsabilidades con los acreedores, que podrían afectar al patrimonio personal de los herederos) o asumirla a beneficio de inventario, un procedimiento con el que dicen sí a la herencia, pero con reservas. Es el camino, a priori, que piensan tomar.

Esta opción permite a los herederos hacer un listado de los bienes y deudas de Jesús Samper. Con el resultado que obtuvieran tendrían la obligación de pagar las deudas con los activos. Lo sobrante, si lo hubiera, sería lo que heredarían. Este proceso puede durar hasta un año al tratarse la herencia de Samper de un legado complejo con ramificaciones en varios países. Así las cosas, Gonzalo entiende que no puede ceder o donar las acciones y que su única salida ahora mismo es la de esperar acontecimientos. El Murcia es solo un problemas más para él y para su hermana Patricia.

Fuente: La Verdad

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