Quizá el partido del sábado ante el Atlético Pulpileño no fue el más vistoso, sin embargo fue un encuentro en el que el filial se hizo mayor. Aprovechó su ocasión, de penalti, para ponerse por delante. Y sobretodo no se descompuso cuando el colegiado pitó una pena máxima en contra, que detuvo Patas, y expulsó a dos de los futbolistas imperialistas. Juanma tras el penalti y posteriormente Carlos Felipe, quien vio dos tarjetas amarillas en apenas minutos.
No sólo defendió bien el equipo de Acciari, sino que pudo sentenciar el partido en un contragolpe bien dirigido, pero rematado con infortunio.
El Real Murcia Imperial visitará a la Escuela de Fútbol Alhama en la próxima jornada.
Fuente: Real Murcia
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