
Todos se han ido a casa sin conocer cuáles son los planes de Samper para el futuro. Carlos Álvarez, Carrillo, Fernando, Pumar e Isi son los jugadores que tienen contrato y estarán atentos a los movimientos de los próximos días. El asturiano, que llegó en el pasado mercado invernal, firmó por una temporada y media, mientras que al delantero murciano le quedan dos temporadas más. Fernando, por su parte, tiene relación contractual con el Murcia hasta junio de 2016, mientras que a Pumar aún le quedan dos temporadas más como jugador grana. En el caso de Isi, seguirá siendo jugador del Murcia si el club le hace ficha del primer equipo para el próximo año.
Renovaciones condicionadas
Otros jugadores como José Martínez, Rubén Sánchez, Gerard Oliva y Armando estaban supeditados para seguir en el Murcia a que el equipo grana ascendiese a Segunda. La particular situación a la que se vio sometido el club grana el pasado verano tras descender de categoría y tener que reconformar la plantilla a toda prisa hizo que llegaran jugadores hasta Murcia como David Prieto, Garmendia, Sobregrau e Iván Crespo, entre otros, que solo firmaron por una temporada, sin ninguna cláusula de renovación unilateral por ninguna de las partes.
Víctor Ruiz, cedido por el Málaga, Álvaro Rey, del Alcorcón y Jairo, prestado por el Tenerife, volverán a sus clubes de origen mientras que Arturo, que no contaba con contrato profesional, puede fichar con cualquier equipo, ya que el Murcia solo tiene los derechos federativos y apenas cuenta con la posibilidad de retenerlo. Otro de los jugadores cuya continuidad está en el aire es José Luis Acciari, futbolista que acaba contrato y que esperará a ver cuáles son las planes del club para el futuro.
Ayer en Cobatillas, antes de las diez de la mañana, parecía un día normal. Se respiraba tranquilidad y sosiego. Parecía otra mañana de entrenamiento después de un fin de semana de competición. Los coches de los jugadores de la primera plantilla fueron llegando a las instalaciones de entrenamiento del club pero no había conos ni circuitos dispuestos sobre el césped.
Ayer los rostros de los jugadores no eran los mismos que los de otras semanas. La eliminación traumática ante el Hércules ha dejado a muchos jugadores descolocados, sin nada que hacer, tristes. Muchos esperaban estar compitiendo al menos quince días más y quedar libres, con suerte, para finales de junio, después de jugar la eliminatoria definitiva por el ascenso.
Pero ayer tocaba un acto que se repite cada temporada, que es un ritual, y que en función de los resultados del curso cuenta con unas connotaciones diferentes. El año pasado, sin ir más lejos, y a pesar de la eliminación ante el Córdoba en la primera ronda del 'playoff', las caras de los jugadores del Murcia eran de alegría y satisfacción. Wellington Silva bromeaba con Eddy, Dos Santos se despedía de Molinero entre bromas y hasta Kike, apesadumbrado, se despedía de la que había sido su casa durante años sabiendo que iba camino de Inglaterra. La sensación fue la del trabajo realizado, la de haber cumplido de sobra con los objetivos marcados.
Las lágrimas de Flores
Lo de ayer fue mucho más triste, no hubo tantas bromas. Los jugadores llegaron poco a poco y cada uno procedió a recoger las cosas de su taquilla. Sobre todo, los juegos de botas que cada futbolista guarda con escrupulosidad. Garmendia y Satrústegui, además del canterano Simón, fueron los últimos en llegar. Después todo fue muy rápido. Aira dio una charla en la sala de prensa y está fue correspondida por un fuerte aplauso de los jugadores. Después el técnico llamó a todos los empleados del club allí presentes para que la despedida fuera completa.
Hasta que llegó el momento del adiós. El primero en irse, muy emocionado y recordando aún que tuvo el pase de ronda en su mano, fue Javi Flores, que había llegado a Cobatillas con su coche cargado y preparado para marchar directamente a su tierra natal. El segundo fue Fernando, y así sucesivamente. Después abandonó Cobatillas un grupo formado por Isi, Crespo y Pumar, al que le siguieron Víctor Ruiz y Xavi Marqués. Así, hasta que cerca de las 11.30 de la mañana le tocó el turno a un José Manuel Aira que dejó Cobatilla en su Audi ranchera tras despedirse de José Antonio Morga y de Avelino Viña, dos de sus fieles colaboradores de esta temporada.
Fuente: La Verdad
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