La sanción de dos partidos que empezó a cumplir Aira esta jornada le obligó a ver el partido desde uno de los palcos VIP vacíos de la tercera planta. Lo vio junto a Antonio Morote, el delegado del equipo ,que también recibió el mismo castigo en Melilla. Desde el césped, fue el segundo entrenador del Murcia, Óscar Sánchez, quien tomó las riendas del equipo. Quiso restarle importancia al mérito propio por la holgada victoria. «Solo soy una prolongación del míster», aseguró, antes de explicar la jerarquía que hay en el vestuario. «Los que estamos alrededor intentamos colaborar, él es el jefe, el capitán, el artífice de la buena trayectoria, junto al resto de componentes de la plantilla, aunque hoy nos toque un poco más de protagonismo». La sintonía entre los dos entrenadores hizo que todo fuese muy sencillo para Sánchez, como él mismo reconoció al ser cuestionado por cómo había sido la comunicación entre la grada y el banquillo: «Yo sé lo que quiere él, cómo quiere hacer las cosas, lo que quiere transmitir y en ese sentido hay tanta confianza que ha sido bastante fácil».
Los granas mejoraron notablemente su juego en la primera parte y demostraron una efectividad apabullante ante una floja defensa rival, que a los 33 minutos ya había encajado cuatro goles. «El equipo ha estado intenso y metido en el partido desde el primer minuto», lo que hizo que se lograsen adelantar a los cuatro minutos. «Necesitábamos hacer una buena primera parte», reconoció Sánchez tras los últimos dos empates cosechados y las dudas que había dejado el equipo en los primeros 45 minutos de los últimos partidos. «Es normal que en las primeras partes les cueste más porque los equipos están mucho más frescos y se encierran más», aclaró sobre ese aspecto.
Fuertes y maduros
Lo que más destacó Óscar Sánchez de los futbolistas fue que son «fuertes de cabeza y un equipo muy maduro», como demostraron sabiendo a lo que tenían que jugar. «Sabíamos que el San Roque ofensivamente hacía muchos goles», avanzó, antes de explicar que también sabían que «en transiciones también somos muy buenos y al San Roque le costaba». Con esas circunstancias le pidieron al equipo un juego ligeramente diferente y al final «la plantilla se ha adaptado bien y sigue compitiendo al máximo nivel, semana tras semana», destacó.
El técnico murciano no quiso hablar abiertamente de la quinta amarilla que presuntamente forzó Chavero para no viajar a Linares y estar así disponible para el siguiente choque ante el Cádiz en la Nueva Condomina. «Ha ido a cortar el balón, tampoco es que la hayamos buscado», aseguró Sánchez tras reconocer que no recordaba cómo se había producido la acción. Ante el Linares, correrán el peligro de perderse el encuentro ante los gaditanos José Ruiz y Germán, que están a una sola cartulina de cumplir ciclo de amonestaciones.
Profesionalidad de Germán
Antes de entrar a valorar el partido, Sánchez habló en nombre del vestuario, que le quiso enviar públicamente todo el afecto a Germán Sáenz porque antes del partido había fallecido su suegra y quisieron agradecerle que «ha hecho un esfuerzo y un gran partido que nos ha ayudado a conseguir la victoria».
Fuente: La Verdad
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