Después de siete jornadas de Liga
disputadas, sigue llamando poderosamente la atención que José Manuel
Aira, el entrenador del Real Murcia, tenga todavía a dos jugadores que
no han intervenido ni un solo minuto en la competición liguera. Y los
casos son muy claros. Uno es el portero Simón Ballester, quien después
de la pretemporada ha desparecido hasta el punto de que no intervino tan
siquiera en la Copa del Rey, mientras que el otro caso es el del
lateral zurdo Jordi Hostench, quien a diferencia de su compañero sí tuvo
el 'premio de consolación' de jugar en el torneo del KO ante el Cádiz,
pero que después ha regresado a una especie de ostracismo, muy parecido
al que ya se vivió el curso pasado con el segundo lateral de la
plantilla, el malagueño Víctor Ruiz.
Y es que, lógicamente, si
hablamos de los únicos miembros de la primera plantilla que no han
tenido ni un solo minuto en la Liga, también se debe en gran medida a
que estas demarcaciones tienen ya un puesto asignado casi de antemano
por José Manuel Aira. El dueño del lateral zurdo mientras el preparador
leonés sea el máximo responsable del banquillo grana es para Fernando
Pumar, quien ahora mismo atraviesa por un buen momento tras un inicio de
Liga muy irregular, como la mayoría del equipo por otra parte. Este
curso es pronto para que las lesiones y las sanciones hayan mermado la
plantilla, pero teniendo en cuenta los antecedentes, Jordi Hostench lo
va a tener realmente complicado para tener oportunidades de manera más o
menos continuada. Al lateral procedente del Elche Ilicitano ya le han
contado que el curso pasado fue casi imposible quitarle el puesto a
Pumar, incluso con alguna actuación destacada de Víctor Ruiz, por lo que
tendrá que armarse de paciencia y esperar su oportunidad con mucha más
calma que otros compañeros.
Y si Hostench tiene que buscar
templanza para no desesperarse, lo que tendrá que buscar el portero
Simón Ballester es casi un milagro después de que el entrenador haya
decidido cambiar de forma radical esta tempora la gestión de los dos
porteros de la primera plantilla. El curso anterior, con Fernando e Iván
Crespo como guardametas, Aira se pasó casi todo el curso alternando a
ambos bajo palos y no terminó de apostar por uno, prácticamente, hasta
un par de semanas antes del play off. Aira siempre justificó las
rotaciones en su portería con la idea de que «no quiero que ninguno de
los dos se relaje, pues tanto uno como otro nos puede hacer falta en
cualquier momento», decía el máximos responsable del banquillo grana
cuando el pasado ejercicio era cuestionado por su apuesta por las
rotaciones constantes en la portería.
Al parecer este año en
planteamiento ha sido diametralmente opuesto, ya que el canterano Simón
no jugó ni en el partido de Copa del Rey ante el Cádiz, una cita que sí
fue diseñada para algunos de los menos habituales para el entrenador.
Por lo tanto, Aira debe pensar que Fernando, uno de los capitanes del
equipo por cierto, no va ni a lesionarse ni a sufrir ninguna expulsión
en lo que queda de Liga, ya que de otra manera es complicado entender la
manera en la que se ha dejado a Simón como un actor que no tiene ningún
papel que desempeñar, con el agravante de que en pretemporada se ganó
el derecho, como mínimo, de tener una oportunidad que por ahora se le
resiste.
El hecho de que el Real Murcia esté ganando consistencia
defensiva jornada tras jornada también hace que ahora mismo tanto Simón
como Hostench sean los primeros en saber que lo tienen realmente
complicado para disfrutar de algo de protagonismo sobre el césped en un
partido oficial. El problema es que el público tiene que fiarse al cien
por cien de las preferencias de un Aira que con estos dos miembros de su
plantilla no está teniendo la mano izquierda que sí ha mostrado en
otras ocasiones.
Fuente: La Opinión
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