sábado, 21 de febrero de 2015

El conejo en la chistera de los accionistas

Es un grupo de soñadores que está intentando ayudar al Real Murcia. ¿Cómo? Arrinconando a Samper, poniendo la lupa en las cuentas del club, buscando cómo hacer más atractiva la institución de cara a los posibles inversores y compradores, y trabajando en un proyecto propio, el de la nueva ciudad deportiva del murcianismo, que Samper no ha sido capaz de poner en marcha a pesar del negocio urbanístico de Nueva Condomina y la deuda de 40 millones de euros con la que ha hipotecado al club.

Ayer volvió a reunir a un grupo de murcianistas en el Aula Cultural de Cajamurcia para mostrarle en detalle cuáles han sido sus pasos en los últimos meses. Los accionistas revelaron que la deuda real del club se acerca a los 39,7 millones de euros, de los que casi diez pertenecen al propio Jesús Samper y sus empresas, y comentaron que los números de la entidad grana apenas han variado desde el pasado verano hasta la última actualización, que tuvo lugar en diciembre.

«La situación es realmente preocupante. Aunque es cierto que Samper costea los gastos corrientes, los pagos que hay que afrontar ante Hacienda y los acreedores dificultan más el camino», dijo Pablo Baeza, presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios (AAMRM). Además, informaron de los movimientos que han realizado en los últimos meses para ofrecer el Real Murcia a posibles inversores y empresarios de toda España: «Hubo dos fondos de inversión interesados y ninguno de ellos quiere hacer público su nombre, es habitual. Llegaron a través de Quique Pina. Uno dijo 'no' en diciembre y el último, que es de origen alemán, prefirió apartarse por la situación judicial del Real Murcia. Nosotros seguimos moviéndonos y hemos pedido al club más información».

Pero lo que más llamó la atención de los asistentes, algo más de cien, fue el proyecto de ciudad deportiva que ha pasado de ser un sueño más a ser un poco más real, con la presentación de los primeros planos y datos del futuro complejo. El proyecto, que en la primera fase necesitaría de una inversión de cerca a los 2,5 millones, ha sido diseñado por el estudio Quintect (el mismo que trabaja en la ciudad deportiva del Granada) y consta de tres campos de hierba natural de fútbol 11, otro de las mismas dimensiones de hierba artificial y otro sintético de fútbol 7. Dos de los campos, según el proyecto inicial, estarían dedicados en exclusiva al primer equipo grana y uno estaría rodeado de un graderío para 1.500 espectadores destinado a partidos del Imperial y los juveniles.

La primera parte del proyecto contempla la construcción de vestuarios exclusivos para el primer equipo, para las bases y una zona destinada a la secretaría técnica.

Tres fases diferenciadas
El proyecto constaría de tres partes. La primera consistiría en la búsqueda de financiación para conseguir los cerca de 2,5 millones necesarios para construir la primera fase de la nueva 'casa' del Real Murcia. El dinero sería recaudado a través de un 'crowdfunding' o suscripción popular con desembolsos no superiores a 3.000 euros. Los accionistas aclararon que esta aportación nunca se haría efectiva si no se recauda la totalidad de lo necesario para la iniciación del proyecto. Una vez recaudado el dinero, todos los suscriptores del capital constituirían una sociedad anónima, fundación o similar que evitaría que el poder recayera en una sola persona.

En la segunda fase entraría en juego el ayuntamiento interesado en el proyecto. Actualmente el de Molina de Segura es el que más interés ha mostrado. Igual que sucede en el complejo Pinatar Arena u otros proyectos similares, el consistorio en cuestión cedería los terrenos para 50 años. Paralelamente la sociedad o fundación firmaría un convenio singular de usufructo para ceder el uso de su instalación al Murcia. El club grana, a cambio, se encargaría del mantenimiento y pagaría el valor del usufructo (alquiler) a través de acciones que irían a parar a los aficionados que hubiesen puesto el dinero.

«Es un plan en el que creemos. Haciéndolo así pondríamos un cortafuegos por si desaparece el Murcia y las bases para un nuevo proyecto. El modelo de club que planteamos es sostenible», asegura Enrique López, tesorero de la AAMRM.

Fuente: La Verdad

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