
El UCAM más alto de la historia comenzó a trabajar ayer por
la mañana en las pistas de atletismo de Monte Romero y por la tarde
realizó su primera sesión en el Palacio de los Deportes. Si el objetivo
de hace un año era conseguir la permanencia sin pasar más apuros de los
necesarios, en esta nueva campaña será luchar por los 'playoff' de Copa y
Liga. Como de costumbre, hay cuatro puestos que parecen asignados a los
poderosos, y otros dos o tres para los que optan a ser alternativas al
poder, pero hay una o dos plazas inciertas y es ahí donde quiere
situarse el equipo que preside José Luis Mendoza.
Este año, la plantilla de Óscar Quintana, que repite como
técnico, volverá a contar con cuatro debutantes en la competición
española como son los casos de Ben Romdhane, Dwayne Davis, Scott Wood y
Orupke, siendo los tres últimos jugadores jóvenes que acaban de
abandonar sus respectivas universidades en Estados Unidos.
Muchas son las diferencias con respecto a la temporada
pasada y la más importante y llamativa es que el equipo ha ganado cuatro
centímetros, manteniendo la edad media de 25 años. Mientras que el UCAM
de la campaña pasada estaba en una media de 1,97 metros, el de la
actual supera los dos metros de altura (2,01). Y es que los cinco
jugadores interiores están por encima de los 2,04. Uno de los grandes
problemas que tuvo el equipo en la campaña 2012-13 fue el rebote, más el
defensivo que el ofensivo, y Óscar Quintana espera que metiendo
envergadura, músculo y altura en la nueva temporada, estos problemas se
acaben.
El UCAM espera solucionar sus problemas con el rebote con
hombres como Kim Tillie (2,11) y José Ángel Antelo (2,04), que
continúan, y con los recién llegados Augusto César Lima (2,06), Makram
Ben Romdhane (2,04) y Ehimen Orupke (2,13). El nigeriano se ha
convertido en el jugador más alto de la historia que viste la camiseta
murciana. Hace un año el equipo de Quintana solo tenía cuatro jugadores
interiores y uno de ellos, Marcus Lewis, estaba en los 1,97, mientras
que otro, David Barlow (2,05), era un alero reconvertido a ala-pívot.
En su plantilla actual no solo dispone de dos pívots o
'center' puros como el francés y el nigeriano, sino que además tanto el
tunecino como el brasileño son hombres que juegan mejor cerca que lejos
del aro. En función de cómo sea el equipo rival, siempre podrá poner en
la pista a tres jugadores por encima de los dos metros y defender a los
posibles alas 'grandes' que tenga el oponente.
Un base con experiencia
Otra de las grandes diferencias con respecto a la plantilla
de la temporada anterior es que en esta ocasión contará con un base de
sobrada experiencia en la máxima categoría. Además, los jugadores son
más polivalentes en la pista, y más verticales, explosivos y rápidos en
ataque. Siete campañas en la ACB contemplan a un Rodrigo San Miguel que
llega a Murcia como capitán general. Tras sus grandes años en Manresa,
antes en Valladolid, y experiencia en un equipo con aspiraciones como el
Valencia Basket, su papel en el UCAM será el de director de orquesta.
Miki Servera tendrá la ocasión de jugar más minutos y más encuentros, ya
que es el segundo base puro de los murcianos. El pasado curso se quedó
en 14 partidos y una media de 7:30 minutos en cada uno.
Ambos contarán con la colaboración de Dwayne Davis, un
todoterreno que puede ocupar las tres posiciones exteriores. Es un
jugador capaz de dirigir a sus compañeros, de correr al contragolpe como
un escolta y de lanzar a canasta como un alero consagrado. Hay muchas
esperanzas depositadas en este jugador, que será uno de los que ocupe
plaza de extranjero. Scott Wood es el otro extracomunitario. También
estadounidense, es un ala más puro, que también puede jugar como
escolta. Peor defensor que su compatriota, a priori, es un seguro de
vida desde la línea de 6,75.
Berni, el incombustible
El líder indiscutible de la plantilla será una temporada
más el malagueño Berni Rodríguez. Sin ser un anotador, repite después de
hacer 11 puntos por partido (su mejor temporada) y de jugar 30 minutos
por encuentro. Puede jugar de escolta o de alero y domina todas las
facetas del juego. Es el jugador más completo de la plantilla y el
encargado de asesorar a sus compañeros, sobre todo a los nuevos. Y el
otro jugador de Quintana en una plantilla de once, aunque siempre podrá
contar con un hombre del filial, es Jordi Grimau. Jugó hace dos campañas
en el UCAM y la anterior estuvo cedido en el Blancos de Rueda
Valladolid, donde hizo uno de sus mejores años.
Con nueve temporadas de experiencia en la ACB, seis de
ellas ininterrumpidas, regresa a casa para cumplir el año que le queda y
sacarse la espina que se le quedó clavada cuando tuvo que salir a
última hora con dirección a Pucela.
Por la garantía de cobro, este verano ha habido varios
jugadores que se han decantado por la entidad murciana antes de probar
fortuna en otras que sí tienen problemas económicos. Precisamente por
esa garantía de solvencia, el UCAM se ha confeccionado con una cantidad
que ronda los 1,3 millones de euros. Es un presupuesto modesto, pero en
teoría tiene que dar para alcanzar el objetivo marcado.
Fuente: La Verdad
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